Que Joao Félix quiere seguir en el FC Barcelona más allá del 30 de junio, cuando cumple su cesión, es algo que sabe hasta Simeone. Y no es que el Cholo tenga un especial interés en su retorno. Pero las cartas están marcadas, pues el joven portugés, de 24 años, renovó con los colchoneros hasta 2029 antes de emigrar a la Ciudad Condal. ¿Para qué? Pues para rebajar la amortización anual de su contrato; pura estrategia económica por parte del Atlético Madrid.
Resumiendo: ni Joao Félix quiere volver al Atlético ni quiere volver a ponerse en manos de Simeone, por lo que su esfuerzo será por continuar a toda costa en Barcelona. En el club azulgrana, además, están por la labor, habida cuenta del rendimiento que está ofreciendo el luso como culé. Pero claro, no a cualquier precio... O al menos, no al precio que barajan los colchoneros. La intentona no es otra que devolvérsela al Atlético con el fichaje de Griezmann. Es decir, tratar de cerrar un acuerdo a comienzos de 2024, contando con el respaldo y la presión del futbolista. Como las cifras son las que son y la economía culé es también la que es, pese a las palancas, tampoco se descarta una nueva cesión, si el traspaso en condiciones ventajosas resulta imposible de montar.
Hay prisa por cerrarlo, pues entienden que ahora, en enero, sería mucho más barato que a final de temporada si el Barça acaba tocando plata y Joao Félix es protagonista. Vamos, emular los pasos que hizo el Atlético a la hora de firmar a Griezmann en su retorno.
Y en esas están las partes, con el conjunto culé habiendo dado ya los pasos necesarios con el agente del futbolista, Jorge Mendes. El represenantes ya está manos a la obra dándole forma a una operación que, sin él por medio, se antojaría imposible, pues los colchoneros han tasado un precio de salida de Joao Félix en los 80 millones.
Si el Atlético de Madrid tensa las negociaciones, el Barcelona, según publica Mundo Deportivo, no dará ningún paso en falso, tirando de calma, tal y como los colchoneros en su día. Teniendo de su lado al futbolista y con una intención clara de permanecer en Cataluña y no escuchar otras ofertas, todo es un poco más fácil para el Barça, que jugará con el tiempo a su favor. La oferta culé, por tanto, no sobrepasará los 30-40 millones de euros, siendo el plan B el solicitar otra cesión al Atlético si estos no acaban ascediendo al traspaso a la baja. En ese nuevo préstamo, el Barça abonaría una cantidad en concepto de cesión, abonando también la ficha del jugador y reservándose una opción de compra (si es factible) a final del segundo año.
Laporta y los suyos saben que el Cholo no cuenta con el portugués y que el futbolista no quiere ni oir la posibilidad de volver al Metropolitano, habiéndose intercambiado más de un 'palo' públicamente. Por eso, Joao Félix está dispuesto a emular a Griezmann y presentar un único destino como posible salida. Al galo le resultó bien, teniendo que pagar el Atlético tan sólo 20 millones para recuperarlo. Algo muy similar es lo que pretende ahora el Barça, devolviéndole así la jugada a los colchoneros.