Por la situación aparentemente complicada en la tesorería del FC Barcelona antes de que comenzara el mercado de fichajes del pasado verano, parecía que todo era muy complicado en la entidad culé. No obstante, fueron logrando sus pretensiones, incluyendo nuevas incorporaciones y dando salidas a algunos de los descartes de Xavi Hernández. Necesitaban liberar algunas fichas, para poder dar de alta a otras, incluso se la jugaron con Gündogan, su fichaje estrella. Hubo final feliz, aunque después de más de un quebradero de cabeza. Y uno de estos tuvo un protagonista claro: Clément Lenglet. El que triunfara en el Sevilla FC y viviera una fantástica primera temporada como culé, no lograba encajar en los planes del técnico del Barça y su salida se fue complicando.
Al final, llegó sobre la bocina al Aston Villa de Unai Emery, después de un verano complicado donde no se cumplieron los rumores que lo apuntaban al Tottenham e incluso el conjunto de la ciudad Condal trató de liberarse de su sueldo ofreciéndole una carta de libertad, tal y como detallan los compañeros de Sport. Sin embargo, no quería. El futbolista francés tiene contrato hasta 2026 con el club, de momento. Su salida se dio como una cesión poco antes de que el mercado echara el cierre, aunque había letra pequeña: en el club de Emery no iban a pagar la totalidad de su sueldo, sino una parte.
La cesión no era el plan inicial, pero sí una 'ayuda' a dar salida al futbolista y liberar parte de su ficha también era importante. Parecía ser un buen destino para él, que podría coger rodaje en un equipo reforzado y con Emery en el banquillo. La realidad... está siendo otra. El zaguero no ha jugado aún este curso en la Premier League, todavía no cuenta para el entrenador y su presencia en el equipo queda reducida a la titularidad en dos partidos de Conference League.
El jugador todavía no se ha ganado su puesto, con Emery no ha logrado un rol claro. Pau Torres se ha llevado la confianza del que fuera entrenador del Sevilla FC en la zona izquierda de la defensa. Y aquí surge un serio problema para el conjunto azulgrana: necesita que Lenglet juegue, que compita bien y que sea capaz de recuperar su mejor versión. La idea es poder venderlo el próximo verano y la lista de pretendientes con el suficiente músculo económico como para que se cumpla el objetivo culé no será suficiente si el jugador continúa observando los partidos desde al banquillo.
La situación fue diferente durante su periplo en el Tottenham Hotspur, donde terminó la temporada habiendo disputado 35 encuentros. Pero, si ya en esa tesitura fue complicado darle salida... la situación se complicará más en este nuevo año de seguir así, cuando ya no es titular indiscutible del entrenador, como sí lo era para Antonio Conte.
La competencia con Pau Torres es muy alta, el jugador es titular indiscutible con Unai Emery en el Aston Villa, además de una de las apuestas que hizo el club en el mercado de fichajes veraniego. Con todo, hasta que no demuestre lo suficiente y, sobre todo, aproveche las oportunidades que Emery le pueda dar (aunque sean migajas), el FC Barcelona tiene un problema de difícil solución. Esperaba que el futbolista francés pudiera revalorizarse de cara a una futura venta.