En el seno del Atlético de Madrid son conscientes que difícilmente encontrarán a un entrenador como Diego Pablo Simeone, al que se le multiplican los problemas en la previa de Champions. No sólo por sus resultados deportivos, sino por la estabilidad y la paz social que provoca su presencia en el banquillo. Por ello, atrás han quedado las dudas sobre una posible salida del argentino, que se redujo su salario para tratar de ayudar al club en su delicada situación económica.
Resulta extraño, pese a todo, que, con la campaña ya comenzada, el Cholo no sepa aún cuál será su futuro más allá del 30 de junio de 2024, momento en el que acaba su contrato. Siempre ha tenido atada su continuidad con más de 12 meses de antelación. Por ello, Miguel Ángel Gil Marín y Enrique Cerezo ya han trazado un pan para blindar a un mito rojiblanco que lleva sentado en el banquillo desde hace ya 12 años.
Según informa Relevo, la idea es atarlo con una renovación por tres temporadas más, hasta 2027. Y hay prisas por cerrarlo cuanto antes. De hecho, se espera que durante el próximo parón de mediados de octubre se pueda llagar a un acuerdo con su hermana y representante, Natalia Simeone, demostrando así una confianza que va más allá de los resultados del equipo.
La idea del Atlético de Madrid es conseguir rebajar una vez más el salario de su entrenador, al que en principio se le iba a ofrecer un contrato hasta 2026 que el propio Simeone veía con buenos ojos. Ahora, según el citado medio, lo que se pretende es ponerle sobre la mesa un año más con la condición que de que reduzca su sueldo anual entre un 45% y un 55%.
En términos concretos, se apunta que el técnico argentino cobra actualmente 45 millones de euros brutos, incluidos los bonos de todo su contrato y otra serie de variables. Así, la oferta total engloba esa cantidad y una rebaja para las tres siguientes, alcanzando un montante superior a los 100 millones de euros, con lo que el Atlético se ahorraría en torno a 19 millones esta misma campaña al prorrogar el actual sueldo de su entrenador en el nuevo contrato hasta 2027.
De este modo, se espera que Simeone tenga un gesto hacia el club rojiblanco, que necesita reducir a toda costa su masa salarial con rebajas como las que han aceptado ya jugadores como Griezmann. Atrás queda la incertidumbre de la pasada campaña, cuando el propio preparador argentino dejaba en el aire su futuro cada que era cuestionado por el asunto, asegurando que todo dependería de si se lograba o no la clasificación para la Champions. Ahora, la idea es atarlo cuanto antes, independientemente de lo que ocurra a final de curso, y todas las partes entienden que no habrá demasiados problemas para llegar a un acuerdo.