Francisco Salas5 min lecturaEl Atlético de Madrid sufrió ayer una derrota muy dura ante el Athletic Club de Bilbao, que le eliminó de la Copa del Rey, pero que sobre todo les quitó la posibilidad de maquillar con un título una temporada que está siendo decepcionante. En LaLiga ocupan la cuarta posición, persiguiendo a Girona y Barça, pero tienen por detrás, a solo tres puntos a su rival de anoche, que viene en una línea muy ascendente, y aún puede apearle de los puestos de Champions, el que es ahora mismo el gran objetivo rojiblanco de cara a la próxima campaña. De hecho en Champions pueden sacarse la espina copera ante el Inter de Milán el 13 de marzo, pero aunque sea en el Metropolitano, el 0-1 con el que volvieron de Milán y el estado de los neroazzurros hacen muy difícil confiar en que suceda.
Los del Giuseppe Meazza han logrado la victoria en sus últimos 11 partidos y ya tienen la Serie A muy encarrilada, ya que dominan por 12 puntos a la Juventus. Desde que Simone Inzaghi estuvo en la cuerda floja durante la fase de grupos de la anterior Champions League el equipo se repuso y salió de allí, y ahora son otros. Tras ese paso agónico se hicieron fuertes en Europa y llegaron hasta la final de Champions, donde el City de Guardiola les venció por la mínima, en un partido en el que incluso tuvieron claras opciones; en cambio en la Serie A les sobrepasó el Nápoles, que también es cierto que se sirvió mucho de la ventaja que cogió en los primeros meses para mantenerla.
Pero la 2023/24 es otra historia. La llegada de Sommer a la portería ha mantenido el nivel mostrado por Onana, mientras que la defensa de 5 de Inzaghi es una de las grandes unidades de todo el continente, con Darmian por la derecha y sobre todo Di Marco en la izquierda. Al 32 se le acercan muy pocos en su puesto, como ya demostró en la ida ante el Atlético donde fue un auténtico quebradero de cabeza para los rojiblancos. Este bloque lo cierran por dentro Pavard, De Vrij y Bastoni, con el que tienen un 'kaiser' para muchos años. Son tan férreos que tan sólo han recibido 12 goles en lo que llevamos de campaña, lo que los convierte en el mejor de todas las grandes ligas en ese aspecto. De hecho, en las 26 jornadas del Scudetto han dejado la portería a cero en 17. Solo con lograr esto en el feudo colchonero, ya estarían en cuartos.
Si los cinco de atrás son buenos, del centro del campo en adelante no tienen nada que envidiar. Calhanouglou, Mkhitarian y Barella aportan recorrido, trabajo y llegada, que complementa a la perfección a Marcus Thuram, que no estuvo en la ida y se notó mucho, y Lautaro Martínez, la gran estrella milanesa, que ha visto puerta en 26 ocasiones. Son el conjunto más goleador en toda Europa con 64 goles, y aún podrían llevar más, como se vio ante los de Simeone, donde podrían haberse ido con un saco. Su entrenador está muy contento de lo que viven, pero quiere más. "Nuestro camino debe continuar sin pausas, no puedo negar que el equipo juega bien y lo llevo disfrutando dos años y medio, pero no podemos confiarnos", señaló el transalpino tras la última victoria. El exjugador confía en repetir la gesta del año pasado, lo que empezará en las afueras de la capital española, donde se verán las caras con un equipo deprimido, que necesitará de la mística de las grandes noches para lograr una machada que parece casi imposible.