El Athletic Club disfruta de un gran momento. La victoria ante el Atlético de Madrid le ha afianzado en los puestos europeos y le ha metido de lleno en la pelea por la Champions, con los colchoneros a dos puntos, si bien deben recuperar su partido aplazado ante el Sevilla, y el Barcelona tan sólo a tres.
Además, tras el choque ante el conjunto adiestrado por San Mamés, que cayó 2-0, la afición bilbaína pudo disfrutar de un ‘Partido de Leyendas’ como broche de oro al 125 aniversario de la entidad, viendo de nuevo sobre el césped a mitos como Julen Guerrero, Urzaiz o Aduriz. Pero no todo son buenas noticias en el seno del club vasco.
El estado del césped de la Catedral sigue preocupando mucho a los dirigentes del Athletic Club, que ya decidieron acometer la sustitución del anterior tapete el pasado mes de octubre. El terreno de juego se encontraba muy deteriorado y existía un riesgo real de lesión para los futbolistas de ahí que se aprovechara el parón liguero para llevar a cabo esta necesaria actuación.
La misma tuvo lugar antes de recibir al Valencia. Y desde entonces, sólo se han disputado en San Mamés otros tres encuentros: frente al Celta de Vigo en noviembre y ante Rayo Vallecano y Atlético de Madrid ya en diciembre. Pero, sin respiro, el próximo miércoles tocas recibir a Las Palmas, a partir de las 21:30 horas, y las miradas se centran en un césped que sigue sin presentar el mejor aspecto.
Se trata de un problema que viene de lejos, pues en los últimos tres años, el club bilbaíno ha renovado su terreno de juego hasta en cinco ocasiones. Pero el motivo no siempre es el mismo. Unas veces se debió a la celebración de conciertos en el coliseo rojiblanco, lo que obligó a tomar esa determinación. Pero la del pasado mes de octubre se justificó con el argumento de las altas temperaturas, según indica el diario Marca.
Ahora, el césped sigue dando problemas y presenta calvas que muestran la arena en los paralelos a las bandas, justo después de que hayan aparecido las lluvias y las bajas temperaturas. Una circunstancia que ha puesto en alerta al club, a pesar de que los jardineros trabajan a destajo.
Esta situación se viene dando desde la construcción del nuevo estadio y, especialmente, desde que se amplió la cubierta, puesto que esto hace que la entrada de luz natural sea muy limitada y tampoco favorece una buena oxigenación de la hierba. Para compensar todo ello, se utilizan máquinas de calor que no dan el resultado deseado. Por ello, en el Athletic Club andan preocupados con este asunto.