La Copa del Rey conquistada por el Athletic Club ante el Mallorca, 40 años después de su último título en esta competición, tuvo uno de sus grandes nombres propios en Julen Aguirrezabala. Ernesto Valverde confió en él para este torneo y mantuvo su elección hasta el final.
En total, el joven cancerbero de 23 años ha disputado 8 encuentros en la Copa del Rey, quedando a la sombra de Unai Simón en LaLiga EA Sports, donde sólo ha llegado a jugar el último partido ante el Real Madrid, con el objetivo de llegar activado a la cita de La Cartuja.
No es fácil competir contra el meta titular de la selección española, aunque no son pocos los que ven en el donostiarra un proyecto de portero llamado a estar también en la absoluta, tras ser el pasado año subcampeón de Europa con la sub 21.
Pero esa rivalidad que siempre se da entre los dos guardametas de una plantilla dio paso a una imagen conmovedora en la final de Sevilla, en la que Julen Aguirrezabala se erigió en héroe al detener el lanzamiento de Morlanes.
Antes de ese momento, Unai Simón aleccionaba a su compañero, que se enfrentaba por vez primera a un penalti en su contra desde que ascendió al primer equipo. Nunca le habían lanzando una pena máxima, por lo que el vitoriano trató de ayudarlo con su experiencia.
"¿Al mismo pie?", le preguntaba Julen con una mezcla de nerviosismo y seriedad, como han recogido las cámaras de El Día Después de Movistar, recibiendo los consejos de Unai. "Yo también lo que hago es que me apoyo algo aquí, luego hago así y me tiro. Pero sí tú te ves 'buf, no aguanto', eh, entonces a tu lado y muere. Y ya está. Ya está", le explicó al tiempo que acompañaba sus palabras con movimientos para hacerle ver cuál es su táctica en estos casos.
Desde la banda de La Cartuja, los nervios también se apoderaban del meta titular del Athletic en Liga, aunque en ningún momento perdía su confianza en quien estaba bajo palos. Tampoco tras el primer penalti anotado por el Mallorca. "¡Vamos Julen!", le gritó. Y a la segunda, Aguirrezabala, haciendo estallar de júbilo a todos.
También Muniain se acercaba a animarlo tras poner por delante a los rojiblancos. "Con la confianza se para", le dijo, mientras Unai Simón seguía gritando desde la banda mientras comentaba los penaltis con Iru, entrenador de porteros. Ya no hizo falta que el joven donostiarra parase ninguno más. Radonjic mandó su lanzamiento fuera y el gol de Berenguer puso fin a 40 años de espera. Una Copa de Rey con protagonismo en la portería. El de Julen… y el de Unai.