Su presencia, como cada verano, en Cartagena ha desatado rumores de fichaje por el club murciano; el CD Tenerife y el Elche CF también han mostrado interés en hacerse con sus servicios y el RC Deportivo de La Coruña le tiene apuntado entre los candidatos a reforzar la plantilla blanquiazul en su regreso a Segunda división. Sin embargo, Jon Morcillo asegura que a día de hoy no tiene nada cerrado para la próxima temporada y reconoce sin ambages que el sueño que persigue es el de poder regresar al Athletic Club. El extremo de 25 años formado en Lezama se convertirá mañana domingo en agente libre, después de un doble final de contrato: el de la cesión en la SD Amorebieta, el equipo de su ciudad natal, y también el que le unía al club bilbaíno, que no ha ejecutado la opción unilateral que tenía para prorrogar un año más.
La familia materna de Morcillo es cartagenera y siempre suele veranear a orillas del Mediterráneo. Este año, al estar sin equipo, el hecho de dejarse ver por sus playas ha desatado intensos rumores de fichaje por el FC Cartagena que el atacante desmiente con tanta sinceridad como gratitud, en una entrevista concedida a El Correo desde esta localidad costera: "Vi lo que se publicaba en redes sociales y pregunté a mi representante. Soy honesto, no sabemos nada del Cartagena, pero estoy flipando con los mensajes de apoyo que me llegan de gente de allí. Yo soy de Amorebieta y mi vida la he hecho allí. Aquí vengo sólo unos días en verano y me encanta, pero sentir ese cariño es bonito y me ha sorprendido".
De momento, Morcillo no da pistas sobre su posible destino. "Lo que yo quiero es empezar la pretemporada desde el primer día con el equipo al que vaya a ir. Si tengo que esperar un poco más, no pasa nada, pero lo ideal es decidir pronto y hacer toda la pretemporada con el equipo por el que fiche. Tengo cosas, pero vamos qué pasa. No quiero precipitarme y luego arrepentirme. Hay que mirarlo todo muy bien y después decidir lo que es mejor para mis intereses y mi carrera", añadió al ser preguntado por el interés de otros equipos de Segunda, antes de explicar cómo ha sido su salida del Athletic Club y su deseo de que esta despedida sea sólo un 'Hasta luego' y no un 'Adiós'.
"El Athletic tenía la posibilidad de prolongar mi contrato un año más, pero no ha ejecutado esa cláusula. Obviamente, yo ya sabía que no la iban a ejecutar", manifestó, consciente de que la competencia en su puesto es feroz: "En mi posición está Nico Williams, que es uno de los mejores extremos del mundo, y en el otro lado está su hermano Iñaki. A eso hay que sumarle que está Alex Berenguer, que me parece un jugadorazo increíble. Y fíjate que es suplente. Además, han fichado a Álvaro Djaló, por lo que hay más competencia todavía. Sabía que no iban a contar conmigo y es algo perfectamente entendible. Esta temporada ha sido increíble, con el título de Copa del Rey y el quinto puesto en la Liga. La plantilla ha dado un rendimiento espectacular y sabía que yo no iba a tener hueco; pero voy todos los fines de semana que puedo a San Mamés", añadió, remarcando su amor por los colores rojiblancos.
Tras abrirse camino en el Bilbao Athletic a base de desborde y muchos goles, se ganó un sitio en el primer equipo en la 20/21. Promocionó de la mano de Gaizka Garitano y Marcelino García Toral contó con él con asiduidad. No en vano, estuvo entre los campeones de la Supercopa de España de 2021 y acumuló la notable cifra de 36 partidos oficiales en su primer curso como león. A partir de ahí, algunos problemas musculares le apartaron de las alineaciones y fue perdiendo protagonismo con sólo siete encuentros en la 21/22. Se marchó cedido al Real Valladolid, en Segunda, pero tampoco gozó de continuidad; mal que sufrió en su regreso a Bilbao, ya con Ernesto Valverde en el banquillo de San Mamés. En la 22/23 sólo sumó 10 citas y en esta 23/24 se marchó a préstamo a la SD Amorebieta en su último año de contrato, gozando por fin de la continuidad que necesitaba para brillar (39 partidos, con cuatro goles y dos asistencias).
"Estoy contento. Hasta enero no tuve buenas sensaciones, porque venía de estar seis meses parado por unos problemas en la clavícula. Me tuve que operar tres veces y no veía el final de ese túnel. Eso me cortó también todas las opciones en el Athletic y la pretemporada fue muy dura, puesto que no podía hacer casi nada. A partir de enero ya me vi bien, cerca del nivel que puedo dar. Ha sido una pena que la remontada no nos diera para salvarnos", explicó a modo de balance, antes de expresar que no pierde la ilusión por volver al Athletic: "Llegar al primer equipo fue un sueño y no me rindo. Mi objetivo es hacer méritos suficientes en otros sitios y volver algún día. Es cierto que después de mi cesión al Valladolid ya no tuve apenas oportunidades, pero la vida sigue y me toca demostrar que puedo volver. Ojalá lo pueda conseguir".