Fernando Mateos4 min lecturaHasta 12 futbolistas del Athletic acaban contrato a final de temporada, estando todas las miradas puestas en Nico Williams, quien renovará en principio por sólo dos temporadas, hasta 2026, dejando en el aire su futuro a largo plazo. La continuidad del resto, por su parte, depende de muchos factores, como la clasificación o no del equipo para competiciones europeas, ofreciéndose contratos a la baja a mitos como Muniain y Raúl García.
Por su parte, otro veterano como Ander Herrera parece estar viviendo sus últimos meses como jugador rojiblanco. Tras regresar el pasado verano procedente del PSG, el centrocampista protagonizó una primera campaña complicada en San Mamés, en la que sólo llegó a participar en 17 encuentros de LaLiga EA Sports, muchos de ellos como suplente, pero la situación parecía haber mejorado este curso. Una esperanza que comienzan a lastrar de nuevo diferentes problemas físicos.
El ex del Manchester United aprovechó la lesión de Ruiz de Galarreta para ser titular ante Getafe, Real Sociedad y Almería, participando de ese modo en seis de las primeras nueve jornadas. Pero en el calentamiento ante el Barça sintió unas molestias en los isquiotibiales que le han hecho perderse los dos últimos partidos ligueros y le convierten en duda para el próximo ante el Villarreal.
Al margen de todo ello, su renovación parece ciertamente complicada. A sus 34 años, Ander Herrera deberá tomar una decisión sobre su futuro futbolístico a final de temporada. Pero mientras ese momento llega, el mediocentro no ha tenido reparos en admitir cuáles son sus planes una vez que cuelgue las botas. “Estuve más de 20 años en Zaragoza. Yo me he criado allí, mis amigos son de allí, mi mujer es de allí, y el plan nuestro es volver a Zaragoza. Un día, volver y vivir allí en Zaragoza", ha confesado en una entrevista con Miguel Ángel Moyá en Movistar Plus.
Nacido en Bilbao, Ander se crio en la capital maña por el trabajo de su padre, el ex futbolista rojiblanco Pedro Herrera, y nunca ha escondido que se siente zaragozano y zaragocista. "Yo soy un agradecido. Yo soy lo que soy por el Real Zaragoza. En primer lugar, porque cuando yo tenía tres años, mi padre firmó como secretario técnico del club", señaló.
Antes de firmar por el Athletic en 2011, cuando inició una primera etapa de tres temporadas en el club vasco, el centrocampista llegó a jugar 86 encuentros con el primer equipo del conjunto maño entre Primera y Segunda división. Y lo cierto es que en La Romareda sueñan desde hace tiempo con su regreso. Sin duda, el soñado ascenso a la máxima categoría facilitaría la vuelta del futbolista no sólo a Zaragoza, sino al equipo de la ciudad en la que desea vivir cuando se retire.
De momento, tras un gran inicio de temporada, el cuadro aragonés marcha noveno, a dos puntos de los ‘play offs’, pero desde la distancia contará con el apoyo de Ander Herrera. Quién sabe si con la intención de tener un último baile en el equipo en el que se formó.