Boutobba: "Al principio no era feliz, pero ahora sé que puedo triunfar en Sevilla"

Boutobba: "Al principio no era feliz, pero ahora sé que puedo triunfar en Sevilla"
Boutobba, en el partido del Sevilla Atlético ante el Mirandés. - F. Ruiz
Fernando RuizFernando Ruiz 3 min lectura
El pasado verano Bilal Boutobba abandonaba el Olympique de Marsella para firmar por el Sevilla Atlético. El joven atacante francés de 18 años debaja la que había sido su casa para firmar su primer contrato profesional en el Sevilla. En su primer año en el filial sevillista el de Marsella no ha tenido muchas oportunidades de jugar, apenas 241 minutos repartidos en once encuentros. Pese a todo, el sevillista no se arrepiente de haber tomado esa decisión. "No me arrepiento. Estoy bien en Sevilla, pese a no jugar, trabajo para mí y eso me forja mentalmente. Nunca había experimentado eso. En Marsella los antiguos dirigentes no se interesaban por los más jóvenes y no me ayudaron, ni una llamada", recuerda Boutobba en una entrevista a La Provence.

En cuanto a su adaptación al fútbol español, admite que le ha costado hacerse al filial y a la forma de juego de nuestro país, pero Boutobba se ve con fuerzas para afrontar la siguiente temporada a tope. "Al principió fue un 'shock', no era feliz, estaba solo en mi habitación, estaba triste... pero me hice fuerte mentalmente y ahora sé que puedo ir a la guerra y triunfar en Sevilla. Los dirigentes del Sevilla cuentan conmigo y me dicen que no me trajeron aquí para nada", afirma un confiado Bouttoba.

Pues aquí en Sevilla, el francés está recibiendo todo el cariño y comprensión que no recibió en Marsella, donde se ha especulado mucho sobre su salida, ya que había muchas esperanzas puestas en un jugador que había debutado en el primer equipo de la mano de Marcelo Bielsa. Ahora, Boutobba ha querido contar su verdad. "Me fui porque el Marsella de esta temporada no era el del año anterior. Cualquier otro hubiera hecho lo mismo que yo. La temporada anterior jugué con el primer equipo, formaba parte del grupo, estaba bien, y de la noche a la mañana, me enviaron al filial. Me sentí mal. Así que no podía renovar con ellos, y no fue una cuestión de dinero, porque el dinero no compra la felicidad", explica el galo.