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Rechazo popular a la decisión de Rubi de impedir entrar al capellán al vestuario del Sporting

Rechazo popular a la decisión de Rubi de impedir entrar al capellán al vestuario del Sporting
El capellán del Sporting de Gijón, Fernando Fueyo. - Redacción
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
La decisión del entrenador del Sporting, Joan Francesc Ferrer 'Rubi', de impedir entrar al vestuario al capellán del equipo, Fernando Fueyo, no ha gustado a parte de los aficionados que han mostrado su rechazo a través de las redes sociales y el apoyo al sacerdote, considerado un símbolo del club.

A su llegada, Rubi realizó varios cambios en la práctica habitual del club gijonés, pero entre todos el que más polémica ha levantado es la de impedir el acceso al vestuario a Fernando Fueyo que momentos antes del inicio de los partidos en El Molinón entraba para rezar un padrenuestro, práctica que se venía realizando tanto con él como con sus predecesores.

Rubi no sólo ha vetado el acceso al vestuario del capellán sino también la de varios auxiliares al margen de su equipo de confianza, los médicos y masajistas solo pueden hacerlo cuando se solicite su presencia e incluso el delegado del equipo, Mario Cotelo, tampoco puede hacerlo.

Fernando Fueyo lleva alrededor de 20 años como capellán del Sporting y es una figura muy querida tanto por los jugadores, incluidos los de otras religiones que han pasado por el club, hasta el punto de que ha casado a muchos futbolistas de la última época como el anterior entrenador, Abelardo, o el internacional David Villa, y ha bautizado a muchos hijos de jugadores y oficiado funerales de sus familiares.

Fueyo sigue siendo capellán del club y manteniendo un estrecho contacto con la plantilla aunque siempre fuera del vestuario, y desde que se conoció la decisión de Rubi no para de recibir muestras de apoyo a pesar de que el sacerdote quiere huir de la polémica.

Una muestra del cariño que el sportinguismo tiene por Fernando Fueyo fue la ovación que le tributaron sus vecinos de asiento cuando ocupó su localidad en la grada de El Molinón antes del partido de la pasada jornada ante el Alavés.

Rubi afirmó que su decisión no tiene nada que ver con cuestiones religiosas sino con la de buscar una máxima concentración del equipo antes de los partidos para tratar de revertir la marcha del mismo.

El técnico también rompió otra de las tradiciones en el Sporting al cambiar de banquillo, ya que el equipo siempre se ha situado a la izquierda del túnel de vestuarios mientras que Rubi decidió que a partir de ahora lo hará a la derecha "para estar más cerca de los jugadores cuando calientan y no dar pistas de los cambios al rival", según sus palabras.