FÚTBOL LIGA CAMPEONES: CITY-CHELSEA

Fracasar como Guardiola

Fracasar como Guardiola
Fracasar como Guardiola
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura

A Pep Guardiola se le recordará la final de la Champions de Oporto como un fracaso, por llevar sin ganar la máxima competición continental diez años y por no haber guiado en cinco temporadas al título al Manchester City.

Se le recordarán los millones gastados y la inversión en futbolistas y se le arengará con el éxito del otros, sin reparar en el suyo propio. Porque lo primero que hizo Guardiola al entrar a rueda de prensa fue recordar que ha sido una extraordinaria temporada para el City.


Una campaña en la que Guardiola descifró el fútbol de la pandemia y en apenas unos meses pasó de ser el décimo de la tabla en Inglaterra a ganar el título, su tercera Premier League, con tres jornadas de adelanto y sin ningún rival real. No se le recordará que durante muchos momentos del año se habló en Mánchester de un cuarteto de títulos histórico, del que solo le apartó Thomas Tuchel y su pizarra.


Tuvo que ser el Chelsea el que evitara el pleno, porque el equipo celeste ya había ganado la Copa de la Liga, con tremenda superioridad al Tottenham Hotspur en la final. Solo el Chelsea le frenó en las semifinales de la FA Cup y luego, a partido único, le pegó la bofetada de la Champions.


Lo advertía Kevin De Bruyne en la previa. "Si ganamos, héroes; si no, seremos casi un fracaso". Y así recordará parte del mundo la histórica temporada del City, la de su primera final de la Champions, algo inconcebible en 1999 cuando estaban en la Tercera división del fútbol inglés. La temporada del mejor equipo defensivo de la Premier, de los 21 partidos seguidos ganados, de la despedida de Sergio Agüero, de la llegada de Rúben Dias, del despegue de Phil Foden.


Se ha vuelto costumbre en el fútbol recibir la medalla de plata y quitársela al instante, como despreciando el segundo puesto. Cuando Guardiola tuvo que pasar por delante del título que le es esquivo desde 2011 y le colgaron la medalla, no la apartó. La besó. Y mientras los jugadores del Chelsea se regocijaban con su trofeo, él caminaba por el campo, cabizbajo, pero con la medalla al cuello, orgulloso de un segundo puesto que no es un fracaso.


Porque si salir a dos títulos por temporada y rozar la Champions es fracasar. Todos querrán fracasar como Guardiola.


Manuel Sánchez Gómez