Tanto hablar de
Rui Silva como primer fichaje cerrado para la
21/22 y de Youssouf
Sabaly como el segundo que, al final, otras operaciones se han beneficiado de los plazos y/o facilidades para adquirir antes la
oficialidad. El
Real Betis ha cerrado las renovaciones de
Joaquín (por una temporada) y
Víctor Ruiz (2), al tiempo que consiguió que el
Barcelona renunciase a ampliar unilateralmente su vinculación con
Miranda (a cambio de un 40% de un futuro traspaso), con lo que el olivarense ya es hasta
2023 un jugador en propiedad del club de sus amores. Con todo, no debería haber mayores
problemas para que el portugués y el franco-senegalés integren la nómina verdiblanca.
Es cierto que
escama el hecho de que desde el
entorno del cancerbero, que apalabró un
precontrato hace un año que tomó forma definitiva (hasta
2026) el pasado 2 de febrero, hablen de que decidirá su
futuro después de la inminente
Eurocopa, aunque podría tener que ver con que en la planta noble del Benito Villamarín no hayan cerrado ninguna puerta y estén dispuestos a escuchar
propuestas de dos dígitos por el ex del Granada, habida cuenta del buen nivel de
Bravo y de la existencia de otros dos porteros en el plantel (
Joel y Dani Martín). A pesar de lo anterior, el Betis prefiere otras vías para
equilibrar sus cuentas y su tope salarial.
Tampoco tendrá inconvenientes Sabaly para vestir la camiseta con el escudo de las trece barras, aunque su caso recuerda al de otros que han pasado por el
quirófano para corregir problemas de rodilla, como los que serán sus nuevos compañeros
Canales y Fekir. Con ellos, las suspicacias nunca se van, un arma que algunos clubes intentan aprovechar para reducir el coste de sus contrataciones, aduciendo
riesgos. Al lateral ambidextro le ocurrió el verano pasado con el
Nápoles, que no se atrevió a firmarlo porque una nueva lesión en la misma articulación (habitualmente ocurre en la contraria por los malos apoyos y el miedo, como bien pueden decir el
'Chimy' Ávila o Vadillo) sería fatal.
En el verano de 2018, el
Liverpool arguyó la misma teoría para tumbar el acuerdo con el
Lyon (por 65 millones) y con
Nabil (cinco temporadas, a razón de 10 millones de euros netos), aunque el atacante lo atribuye a la mala praxis de su anterior agente,
Jean Pierre Bernés. Sea como fuere, siendo
entendible el recelo y las suspicacias, las pruebas médicas a las que se someterá Sabaly serán tan
exhaustivas como las de cualquiera, pues el
protocolo es estricto desde hace unos años y es complicado que se escapen dolencias reseñables. Con ambos compatriotas ocurre, además, que las evidencias desmienten cualquier duda: Fekir venía de marcar
23 goles y dar 9 asistencias en la
17/18, cuando su rotura de ligamentos en la
rodilla derecha durante un Portugal-Francia se produjo en
2015.
Por su parte, Sabaly se sometió a una
artroscopia en su
menisco izquierdo el 28 de agosto de
2019, permaneciendo más de
tres meses en el dique seco, aunque no ha vuelto a tener lesiones desde entonces. Ese curso lo acabaría como titular en el
Girondins, perdiéndose únicamente cuatro encuentros por decisión técnica, lo mismo que en la 20/21 (más uno de la Copa de la Liga) y una suplencia. Una muestra
inequívoca de que las continencias físicas que sufrieron no han frenado sus carreras. La del internacional senegalés seguirá en el Betis, salvo sorpresa. Y puede que antes de lo previsto, pues abandonó esta semana la concentración de su selección "para volver a Francia a solucionar
asuntos personales", según su seleccionador,
Alou Cissé, que no contará con Youssouf este sábado en el amistoso contra
Zambia, pero que espera tenerlo de vuelta el martes para medirse con
Cabo Verde.