Le han pasado tantas cosas en su vida,
deportiva y extradeportiva, que nadie diría que tiene
28 años recién cumplidos. Para otro futbolista, sería un momento de plenitud en su carrera, si bien no para
Jesé Rodríguez, lamentablemente de vuelta de casi todo. Una
grave lesión de rodilla cuando aún apuntaba a 'crack' en el
Real Madrid y una recuperación más que cuestionable terminaron con su enorme proyección, aunque el PSG todavía creyó en una resurrección que,
25 millones y varios años después, no se ha convertido en realidad.
Con una quincena de
títulos a sus espaldas, los últimos simplemente por pertenecer a una plantilla en la que no tenía minutos, el grancanario apenas aprovechó su cesión al
Betis en la segunda mitad de la
18/19 (dos goles y una asistencia en 18 partidos), pero no así las de
Las Palmas, Stoke City y Sporting Clube. Por ello, llegó a un acuerdo el pasado verano para rescindir el año que le quedaba en París, a razón de
cinco millones de euros limpios, para volver a sentirse jugador en su tierra. Allí, ha rebasado los
800 minutos, con un tanto y dos pases decisivos en once duelos.
A las órdenes de
Pepe Mel, Jesé está disfrutando, reencontrándose con sensaciones que hacía años no experimentaba, por lo que ha tomado una decisión: quiere seguir en la U.D. Las Palmas, con la que ya negocia la ampliación de contrato por una campaña. Poco a poco, para ir viendo. El presidente amarillo,
Miguel Ángel Ramírez, sueña con juntar un ataque con él,
Araújo y Jonathan Viera para aspirar de nuevo al ascenso a Primera división, ése que se escapó de manera grotesca en los estertores de la
13/14.
Y eso que por el otrora madridista se han interesado clubes más importantes y, sobre todo, más
pudientes, que le ofrecen la posibilidad de ganar cantidades cercanas a las que percibía en el PSG. Desde
Rusia, Turquía y otras Ligas, no todas tan remotas y exóticas, le han brindado la opción de retornar a un primer nivel que Jesé sueña con alcanzar con los auriazules, por lo que ha dado prioridad a quedarse en casa, sobre todo ahora que se ha reconciliado (por enésima vez) con
Aurah Ruiz, madre de su primer hijo,
Nyan.