El Atlético de Madrid no quiere arriesgarse a que el hispano brasileño, utilizando como excusa sus problemas familiares, fiche por un club de LaLiga que compita por los mismos objetivos que el Atlético, ni tampoco quiere que lo haga con un equipo que aún esté vivo en la Champions y vaya a disputar en febrero los octavos de final.
Se enreda, por tanto, una historia que todo apunta a que acabará con Diego Costa fuera del Atlético tras una segunda etapa en la que no ha dado el rendimiento que de él esperaba (regresó del Chelsea en el 2017, pero no pudo jugar hasta el 2018 por la sanción de la FIFA que impedía al conjunto madrileño inscribir jugadores).
Diego Costa tien un rol secundario tras la llegada de Luis Suárez
Los problemas físicos (una lesión muscular que ha tenido esta temporada), el Covid que le produjo "una trombosis venosa profunda espontánea en la pierna derecha" y la llegada del delantero uruguayo le han dejado sin apenas minutos. Simeone le he dado un papel secundario (el rol principal es para el exjugador del Barça, Luis Suárez) y Costa quiere salir.
El problema actual, en todo caso, no es el económico sino el deportivo. La cláusula antiSevilla está, la contempla el Atlético porque ve al conjunto de Lopetegui con opciones de luchar por las cuatro primeras plazas de Champions y porque aún sigue vivo en la UEFA Champions League.
Como casi siempre ocurre con este tipo de futbolistas con sueldos tan prohibitivos, el económico sería un gran inconveniente para su fichaje. A Lopetegui le gustaba, contaba con él en la selección española, pero ahora tiene 32 años y el Sevilla cuatro delanteros (De Jong, En-Nesyri, Munir y Carlos Fernández) en los que confían plenamente el club y el entrenador.