Aitor Torvisco7 min lecturaLa sección 21ª de la Audiencia de Barcelona ha descartado este jueves que el juicio contra el futbolista Dani Alves, que arranca este próximo lunes por una presunta violación de una joven en la discoteca Sutton de la Ciudad Condal en las navidades de 2022, se celebre a puerta cerrada. Así lo habían solicitado todas las partes: la defensa, sin exito, ha intentado evitar la fotografía del futbolista brasileño sentado en el banquillo; mientras que la acusación particular y la Fiscalía requerían esta medida para salvaguardar a la víctima. El revuelo mediático en los últimos días ha vuelto a ser muy ruidoso, así que en su auto, la Audiencia da instrucciones muy precisas de cómo será el proceso judicial, en el que afirma rotundamente que protegerá a la denunciante y no permitirá difundir imágenes ni sonido de la vista en prensa.
En el juicio por presunta violación, Dani Alves se enfrenta a una petición fiscal de nueve años de cárcel y el pago de una indemnización de 150.000 euros. La acusación particular de la víctima pedía la máxima pena, de 12 años.
Está previsto que el proceso contra Alves arranque este próximo lunes, día 5 de febrero, y se resuelva en sólo 48 horas, con el miércoles como última jornada. En el mismo comparecerán alrededor de 30 testigos.
Los medios de comunicación podrán seguir el juicio por señal interna, pero tienen prohibido difundir imágenes o sonido del interior. La víctima declarará protegida de la visión de Dani Alves mediante un biombo, con el rostro pixelado y con voz distorsionada, "para evitar que con posterioridad se pueda filtrar su imagen o su voz". Todas las parten habían solicitado que todo el proceso se desarrollase a puerta cerrada. En el caso de la acusación particular y la Fiscalía, al considerar que era una "medida indispensable para proteger el derecho a la intimidad de la víctima" y de evitarle los "graves perjuicios" que pudiera causarle la entrada al público y prensa.
Por el contrario, la Audiencia, en una resolución que no se puede recurrir -aunque las partes podrán volver a plantearlo al inicio del juicio-, ha acordado que la vista no sea en general a puerta cerrada, sino únicamente la declaración de la víctima, "para conjugar la publicidad de la sesiones del juicio oral y la adecuada protección a la denunciante". En este sentido, recuerda en su auto publicado hoy que la publicidad de las actuaciones judiciales, con las excepciones previstas, es una "exigencia constitucional", no tanto en favor del derecho a la información de la ciudadanía, "sino como una garantía del ciudadano de que los Tribunales van a administrar rectamente justicia".
La única imagen de Alves sentado en el banquillo será la del primer día, el próximo lunes 5 de enero, cuando se permitirá que las agencias de noticias, en función de 'pool', tomen y difundan fotos y vídeos de los momentos previos al arranque la sesión. La defensa también había solicitado que el juicio fuese a puerta cerrada dada la repercusión mediática del acusado.
No obstante, la Audiencia considera que el hecho de que sea a puerta abierta es una garantía a favor del mismo "de que no se le va a juzgar de manera clandestina u oculta". "Los hechos que serán enjuiciados en este procedimiento tienen una evidente repercusión mediática que suscita el interés de los medios de comunicación y de la ciudadanía, sin que ello de por sí sea obstáculo para limitar la publicidad de la vista oral", apunta el auto.
Sobre los permisos y límites para el ejercicio de la información, la Audiencia precisa de nuevo que esta "resonancia informativa puede tener graves consecuencias" en la esfera de la intimidad de la denunciante, que "podría verse doblemente victimizada", por lo que acuerda varias de las medidas previstas por el Estatuto de la Víctima para protegerla. Así, además de su declaración a puerta cerrada, los medios de comunicación -que seguirán el juicio desde salas anexas, mediante un circuito cerrado de televisión-, no podrán grabar ni difundir el sonido y la imagen del juicio, ni tampoco de la víctima o de sus familiares cercanos en su declaración como testigos. Otra de las medidas es que durante el juicio todas las partes, así como los testigos y peritos, tendrán que referirse a la víctima como "la denunciante" y nunca por su nombre o apellidos.
Además, se prohíbe la divulgación o publicación de información relativa a la identidad de la víctima, de datos que puedan facilitar su identificación de forma directa o indirecta y la obtención, divulgación o publicación de imágenes de las denunciante o de sus familiares. Precisamente, la abogada de la víctima ha presentado en las últimas semanas una denuncia ante los Mossos d'Esquadra por la difusión de un vídeo publicado en Instagram por Lucía Alves, la madre del futbolista, que revelaba la identidad y datos personales de la joven, la mostraba disfrutando de momentos de fiesta con sus amigas e insinuaba que buscaba fama y dinero.