El portero del Villarreal Pepe Reina fue uno de los últimos invitados en el programa que presenta Dani Martínez en Mediaset, 'Martínez y hermanos'. Además de contar múltiples anécdotas, el guardameta andaluz confesó una enfermedad que padece desde que era niño.
La confesión de Reina llegó cuando el presentador pregunta a los invitados sobre si tienen alguna fobia, a lo que el portero indicó "las avispas". Aunque la respuesta generó carcajadas entre Martínez y el público, cuando Pepe Reina contó el motivo de su fobia todo cambió.
"Tuve un incidente de pequeño... Estaba haciendo cosas de niños con panales, con lo que no hay que jugar. Las avispas me dieron un buen escarmiento", comenzó explicando.
Reina sufrió muchas picaduras en la cara, "en el triángulo de la muerte", como él mismo explicó. "Estuve en el hospital jodido, no podía respirar... Desde entonces, les tengo pánico. Si veo una avispa tengo que salir corriendo", concluyó.
Lo que Pepe Reina padece se llama apifobia, una enfermedad que afecta a alrededor del 5% de personas.
Al igual que la inmensa mayoría de fobias, estas se desarrollan como consecuencia de un momento traumático, generando un miedo irracional a una determinada cosa. En el caso de la apifobia y de Reina, a las avispas. Exactamente, el miedo extremo genera un trastorno de ansiedad que puede afectar mucho a la persona.
Los profesionales de la psicología pueden ayudar a superar la apifobia, así como otras fobias, siendo esta la única manera de no sufrir con este miedo irracional y traumático. El paciente debe aprender a enfrentarse a lo que le provoca dicho terror irracional y gestionar el mismo mediante la respiración y la relajación muscular, evitando la ansiedad y los ataques de pánico.
El mencionado triángulo de la muerte del que habla Pepe Reina al contar su anécdota, abarca desde la comisura de los labios hasta la altura de los ojos, pasando por la nariz. Esos límites forman un triángulo, de ahí su nombre. Se trata de una parte muy peligrosa del rostro y de todo el cuerpo, ya que por ahí pasa la vena angular, encargada de llevar la sangre hasta el seno cavernoso del cerebro.
Por esto mismo, es hasta peligroso el explotarse o pellizcar un grano o punto negro en esa parte de la cara, puesto que una infección en esa parte del cuerpo puede tener graves consecuencias, pudiendo llegar incluso a provocar la muerte.