Este pasado lunes conocíamos que Luis Rubiales ha sido oficialmente inhabilitado por la FIFA por un periodo de tres años para ocupar cualquier cargo relacionado con el fútbol tanto en el ámbito nacional como internacional. Una resolución que llega después del escándalo originado en el pasado Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda con el beso a Jenni Hermoso y su comportamiento en el palco de autoridades durante la final. El dirigente andaluz, que dimitió como presidente de la RFEF, ha visto como sus funciones tanto en la UEFA como en el máximo organismo mundial, han desaparecido, y con ellas los suculentos sueldos que percibía.
Y aunque Luis Rubiales ya anunció que va a recurrir esta inhabilitación en su lucha para que "resplandezca la verdad", su situación a nivel futbolística está en el ocaso. Por ejemplo, con la nueva normativa del CSD (Consejo Superior de Deportes) no podría volver a presentarse como presidente de la Federación aún habiendo transcurrido los tres años de sanción que tiene sobre sus espaldas.
Antes de su aterrizaje en la RFEF, era miembro del sindicato AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) y cobraba 97.237 euros. En mayo de 2018 fue nombrado presidente de la RFEF y su salario comenzó a multiplicarse. Se adjudicó un sueldo de 160.000 euros más un porcentaje del 0,6% de los ingresos por patrocinio. Por si fuera poco, también tenía complementos y una ayuda a la vivienda de 3000 euros al mes, que no le correspondía percibir porque ya estaba empadronado en Madrid. Motivo por el que fue denunciado por alzamiento de bienes.
Antes de dimitir su salario ya se había disparado después de la aprobación en la asamblea del 30 de mayo de 2022. Su sueldo estaba en 675.761 euros, de los cuales ingresaba ya libre de impuestos la cifra de 371.669,03 euros. Asimismo, se ratifico en dicha asamblea que podía seguir percibiendo la ayuda a la vivienda de 3000 euros/mes. Por lo que desde su salida de la AFE y llegada a la RFEF su patrimonio se multiplicó por 10. Casi nada.
Pero ahí no quedaba la cosa. En 2019 fue nombrado vicepresidente de la UEFA. Un cargo que le reportaba casi 250.000 euros anuales extras. En 2020 presentó unos beneficios totales por valor de 955.078 euros, rozando el millón de euros.
Con este nivel adquisitivo adquirió el famoso ático de la céntrica calle madrileña de Ferraz por 1,9 millones de euros. Una propiedad que luego ha vendido presuntamente hace escasas fechas por 2.5 millones de euros, por lo que ha generado plusvalías y beneficios con este inmueble.
Ahora lejos del mundo del fútbol, los ingresos de Luis Rubiales se desploman. Veremos qué es de su futuro y si quiere regresar una vez transcurridos los tres años de inhabilitación.