El rapero Pablo Hasél ha explicado ante una jueza de Sevilla que los tuits en los que llegó a desear que el avión del Real Betis "se estrellara" por su apoyo al delantero ucraniano Roman Zozulya, a quien ha tildado de "nazi", sólo tenían como finalidad "denunciar los crímenes" en el país de ese jugador. El Juzgado de lo Penal número 9 de Sevilla ha dejado este lunes visto para sentencia el juicio contra Hasél, para quien el Betis ha elevado a definitiva su petición de dos años y medio de cárcel y una multa de 5.400 euros por un delito de odio, así como otras multas de 6.000 y 1.200 euros por injurias y coacciones, respectivamente.
La Fiscalía ha solicitado la absolución de Rivadulla, apellido real del músico, al entender que los tuits son "groseros" pero no un delito, según han informado fuentes judiciales a Efe. Esos mensajes fueron publicados en febrero de 2017 a raíz del apoyo del Betis a Zozulya tras su cesión al Rayo Vallecano, frustrada por las protestas de los hinchas de este último equipo, que lo acusaban de nazi. Hasél escribió "a la plantilla del Betis que defiende al nazi, si no fuera porque también morirían pilotos y azafatas, le desearía que su avión se estrellara" o "basura de jugadores del Betis hablando de linchamiento contra el jugador nazi; linchamiento es lo que hacen los nazis".
Cuando el Betis anunció que se querellaría contra él, tuiteó que "en un estado verdaderamente democrático, la querella sería contra el Betis por defender a un nazi" y añadió "las víctimas de los nazis ucranianos no pueden querellarse porque ya están muertas; adelante, no me sacaréis nada, no tengo un euro". Rivadulla ha declarado por videoconferencia desde la cárcel de Ponent (Lérida), donde está ingresado desde mediados de febrero para cumplir una condena de nueve meses por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona. "Hay incontables pruebas de que Zozulya es un conocido nazi que estaba dando apoyo explícito a milicias ucranianas que bombardeaban y asesinaban a niños", ha expuesto el acusado durante el juicio, en el que sólo ha respondido a su abogada.
"Sólo pretendía denunciar ese contexto de crímenes en Ucrania y a los cómplices de ese nazismo", ha añadido Hasél, quien en relación a la querella del Betis ha recordado que antes de sus tuits ya hubo "numerosas denuncias contra el jugador y los clubes que lo contrataron". La abogada del Betis ha lamentado que el rapero "ha conseguido asociar al Betis con la defensa del nazismo" y ha considerado que "esto no puede pasar como un simple comentario grosero o de mal gusto" porque "ha intentado difamar a un colectivo". La letrada también acusa por coacciones porque Zozulya, tras retornar al Betis, "no pudo ejercer su profesión".
La fiscal ha indicado que el ámbito para los "comentarios groseros" es "el Derecho civil", no el penal, y ha rechazado el delito de odio porque "la trascendencia de las acciones no puede ser sólo mediática". Tampoco hubo coacciones, ha añadido, porque "unas declaraciones contra un individuo no tienen entidad para constreñir a todo un club". En este sentido, la abogada de Hasél, Alejandra Matamoros, se ha preguntado si "un par de tuits son capaces de determinar la voluntad de un gran club, como es el Betis", que en su opinión "contrató a Zozulya a sabiendas de que es nazi".
También ha mencionado que la "campaña" contra el futbolista ucraniano "empezó mucho antes" de esos mensajes. La defensa, además, ha criticado la "ligereza" del Betis al atribuirle un delito de odio y se ha preguntado "si está equiparando unos tuits con la persecución a los homosexuales o a los armenios. Una cosa es traspasar los límites de la libertad de expresión, que no es el caso, y otra asumir que eso automáticamente es delito", ha sentenciado.