Tras conseguir salvar una situación límite en Getafe, el pasado fin de semana en LaLiga, ahora llega otra aún más definitiva: un encuentro de la Europa League en el que no hay rectificación posible y en el que el Sevilla FC se lo va a jugar todo a una carta.
Hoy no vale haber sido el mejor equipo de la Fase de Grupos, ni ser el Rey de esta competición, sólo vale el sufrido empate cosechado en Rumanía y la ventaja que puedan sacar de ello los hombres de Lopetegui, que empezarán el partido 'clasificados', pero que si no resuelven pronto cualquier circunstancia se les puede volver en contra.
Por fortuna, detrás tendrán a 40.000 sevillistas y a un Ramón Sánchez-Pizjuán que suele ser decisivo en estas noches y que en más de una ocasión ha sido clave para que su equipo sea el mejor de la historia en esta competición. El Cluj tal vez siga sin dar mucho miedo, pero si no se le tiene el respeto que merece, alguien lo lamentará.