Falta el gol y hay diez equipos que hacen más que él en la Liga, el nivel ofrecido por sus delanteros no es el de un equipo de Champions, vive con incertidumbre la mayoría de los partidos, aburre en muchos momentos con tanto dominio improductivo...
Muchas son las críticas para un Sevilla que, con más o menos razón en algunas de ellas, a falta de una jornada para que acabe la primera vuelta está asentado en la tercera plaza, con cuatro puntos de ventaja -por ahora- del cuarto y a cinco puntos del liderato. Ofreciendo una regularidad aplastante en torno a esa media inglesa que, tradicionalmente, significa Champions a final de temporada. Julen Lopetegui calla a los agoreros a base de números. Y son esos y no las sensaciones los que traen los éxitos.