Ante un rival luxemburgués, con sólo dos años de experiencia en Europa, en la Bombonera de Nervión... Pocos dudan de que hoy ganará el Sevilla, los atrevidos incluso hablan de goleada y anuncian como aliciente cuántos goles les caerán a los pupilos de Bertrand Crasson. Sin embargo, nada es lo que parece. Y porque, como acostumbra, Lopetegui diga que nada está hecho.
El Dudelange ya demostró el pasado año en el Villamarín, donde aguantó 60 minutos, y este año en su visita al Apoel, que rinde mejor fuera de casa que en su estadio. Que si logra evitar que le marquen de inicio es peligroso a la contra. A eso se añade el aliciente de ver a los menos habituales, a Franco Vázquez, a Gudelj, a Munir, a Chicharito... ¿a Dabbur? Y, de ganar, casi certifica el pase a diciseisavos. Hay motivos de sobra para poder disfrutar.