Voces distintas, opiniones
contrapuestas. A veces, de los mismos protagonistas en momentos diferentes de una ventana de fichajes.
Estrategia para que la
competencia no despabile o alarde de
sinceridad, Antonio
Cordón pinchó el globo que muchos béticos hincharon casi desde que se marchó en
2017. Bueno, quizás un poco después, porque su salida, bien por culpa del protagonista o de su antigua agencia de representación, no fue limpia ni elegante. Pero
Dani Ceballos ha dado muestras sobradas si no de
arrepentimiento, sí de
amor por unos colores que siente muy adentro. Tanto, que ha tendido todos los
puentes posibles para acercarse de nuevo a su casa, el Benito Villamarín. La realidad económica del club de su alma y las exigencias del
Real Madrid (cesión remunerada, asunción completa de una ficha que ronda los 2,5 millones de euros netos) ha impedido todos estos años el
reencuentro. Y todo hacía indicar que el panorama seguiría igual por ahora.
El director general deportivo del
Real Betis aprovechaba las
presentaciones de los nuevos futbolistas para aclarar que fichajes como el del utrerano o
Godín estaban fuera del alcance heliopolitano, aunque, durante la de
Willian José el día posterior al 'deadline' estival, sorprendió a todos confesando que los caminos de Ceballos y la entidad verdiblanca "
volverán a cruzarse". No confirmó que los astros estuvieron a punto de alinearse el
31 de agosto, a expensas de que
William Carvalho aceptase una de las 3-4 ofertas que tenía para irse, tras un acuerdo con los merengues para que no cobrasen nada por el préstamo y con el internacional español para que rebajase sus emolumentos, como
Bellerín, con el fin de encajar en el
escaso margen salarial que quedaba.
Al final, no pudo ser, por lo que Dani ha sido inscrito con el dorsal '19' por un Real Madrid en el que no tiene futuro.
Ancelotti ya le ha dejado claro que tiene varios hombres por delante, incluyendo el recién reclutado
Camavinga, al tiempo que su complicada lesión de tobillo le tendrá sin forma ni ritmo casi hasta enero, entre unas cosas y otras. Entonces,
ya no habrá vuelta atrás, como explicó ESTADIO Deportivo recientemente. El mediocentro necesitará un nuevo destino para no pasar en blanco toda la temporada y el Betis precisará de bajas para hacerle hueco tanto salarial como en lo referente a los
dorsales. Una dura tarea, pues los
Joel, Carvalho o Tello ya dejaron claro que prefieren quedarse. Dependerá de las ofertas que les lleguen o del
ostracismo al que les condene
Pellegrini en la primera mitad de la presente camapaña, con tres competiciones en marcha ya por esas fechas.
Desde Madrid, 'Defensa Central' avanzaba en
exclusiva esta semana que hay ya
acuerdo entre blancos y heliopolitanos para una cesión en el próximo
mercado invernal, aunque con la inclusión de una
obligación de compra por un valor de
entre 20 y 25 millones de euros, conservando, encima, el actual dueño de los derechos federativos del centrocampista un
porcentaje de los mismos con vistas a una futura venta. Unas condiciones que, según ha podido saber ED, no son ciertas. El Betis sí
echará el resto por Ceballos en la próxima ventana,
pese a las palabras este martes de Pellegrini diciendo que tiene esa posición ocupada, buscando la
reubicación coyuntural o definitiva de algún miembro de su plantilla que cuente poco o nada y que maneje propuestas, así como procurando con
LaLiga una ampliación del tope salarial, como la conseguida 'in extremis' para hacer sitio a Willian José y Bellerín.
Sin embargo,
no es factible que la entidad de La Palmera asuma un
compromiso monetario tan elevado, máxime porque no hay garantías de que la situación vaya a mejor drásticamente a mejor en la 22/23. Además, Dani
acaba contrato en
2023. A lo sumo, se acataría una
opción de compra menor, compartiendo (incluso al 50%) los beneficios de un traspaso en el día de mañana. Se articularían
fórmulas beneficiosas para todas las partes, porque en la planta noble del Benito Villamarín se agradecen los
gestos públicos y privados del utrerano, amén de valorar su enorme calidad y proyección, aunque no se pueden hipotecar de esa forma. Al menos, hasta que la
pandemia sea un mal recuerdo del pasado, si bien Haro ya dijo que la época de los fichajes de 20-25 kilos había pasado a mejor vida. Ni tanto ni tan calvo, porque el negocio del fútbol sobrevivirá, pero el aviso a navegantes fue recibido alto y claro en Heliópolis.