Paquillo Fernández: “Me dedico a lo que siempre me gustó”

El granadino ha atendido a ESTADIO Deportivo para dar las claves de su carrera y de su ocupación actual como entrenador

Iván DíazIván Díaz 13 min lectura

El atletismo español ha tenido grandes representantes a lo largo de la historia. Atletas como Jordi Llopart, Abel Antón o Fermín Cacho abanderaron a España durante las mejores competiciones, dejando el nivel en lo más alto. Uno que se coló entre ellos gracias a sus gestas es andaluz. No es otro que Francisco Javier Fernández Peláez, conocido popularmente como Paquillo Fernández. El accitano se retiró en 2013, pero hasta la fecha logró grandes éxitos. Paquillo tiene dos Copas del Mundo, una plata olímpica en las olimpiadas de Atenas 2004 y dos europeos. En ESTADIO Deportivo, hemos tenido una profunda charla con él y hemos tocado temas importantes como su trayectoria o su papel actual.

- ¿Cómo está?

- Estoy bien. Me dedico a lo que siempre me gustó en el deporte. Hago muchísimas cosas, aunque lo que más estoy haciendo ahora es de entrenador. Entreno a atletas olímpicos y a corredores populares. También estoy con mi propio club. Siempre en contacto con el deporte y, sobre todo, con mi faceta: la marcha atlética.

En estos últimos años como entrenador estuve en los Juegos Olímpicos de Tokio. A mis corredores les intento transmitir mi experiencia en el mundo del corredor.

- Está entrenando a atletas como Johanna Ordóñez. ¿Cómo ha sido el salto a entrenador? ¿Qué intenta transmitir de su experiencia?

- Empecé a entrenar hace unos años. Estoy con Johanna y una atleta boliviana, pero yo nunca he dejado de estar en contacto con la marcha atlética. Fue terminar mi carrera deportiva y empezar a entrenar a un irlandés. Se trata de Robert Heffernan, que fue campeón del mundo en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y, a partir de ahí, fue una escalada.

A partir de ahí empecé a trabajar con el Comité Olímpico de Guatemala con Erick Barrondo y Mirna Ortiz. Erick Barrondo es la primera y única medalla del deporte guatemalteco. Después seguí mi trayectoria y empecé a entrenar a algunos más como Johana Ordóñez, a nivel de latinoamérica.

La verdad es que yo le transmito confianza, tranquilidad y que cuiden el proceso de cara a ser grandes deportistas. Cada uno tiene su nivel, pero ellos saben los objetivos que tienen cada uno. Y sobre todo, que tengan confianza en lo que hacen. A partir de ahí, yo he sido atleta de élite, tengo muchas medallas y la exigencia es mucho mayor siempre. Por eso, en algunos momentos puedo ser más exigente que el resto de entrenadores. También es por donde yo vengo, que vengo de ser subcampeón olímpico.

Yo les transmito que vienen ahora unos Juegos Olímpicos, que tenemos que estar ahí y que tengan confianza en el proceso y en su trabajo diario. Al final cada uno tiene su objetivo, y tienen que intentar hacerlo de una forma eficaz, confiando en ellos y en el equipo de trabajo. Es fundamental que el deportista tenga una mentalidad muy fuerte, que hay muchos obstáculos en el camino, pero que sepan saltarlos y seguir con su trayectoria. Eso es lo que he hecho yo durante toda mi vida. Cuando me iban mal las cosas, tanto en el deporte como en la vida personal, tenía que saltarlos y seguir como persona y como deportista. Siempre tuve un buen equipo que me ayudó.

- ¿Tiene posibilidades de llegar a los próximos Juegos Olímpicos?

- Para París seguro. Los próximos Juegos Olímpicos están ahí al lado y yo espero que mis dos atletas estén. Espero que sean capaces de clasificarse. Es difícil porque es verdad que las mínimas y las competiciones son cada vez más duras. El atletismo es un deporte universal. Hay mucha participación y cada vez se complica más. Es el rey de los Juegos Olímpicos y por supuesto también las tablas de mínimas son muchísimo más duras estos últimos años. Pero tengo confianza en su trabajo y en el mío y espero estar en París con las dos atletas. Si no, con al menos una. Pero estoy seguro de que estaré en París.

- Es el atleta español con más medallas en las grandes competiciones. Participaste en unos Juegos Olímpicos y te llevaste la plata. ¿Qué se siente?

- Cuando pasa el tiempo te das cuenta de que la trayectoria que tú consigas es a fuerza de trabajo, de sacrificio y de entrenamiento, así como por el equipo que he tenido trabajando conmigo, conseguí esos éxitos y esa medalla olímpica en los JJOO de Atenas 2004. Participé en tres olimpiadas, pero creo que para la que mejor iba preparado era para la de Pekín 2008, y sin embargo fui séptimo. Yo creía que iba a tener la opción de ganar una medalla de oro, pero la medalla la saqué en Atenas que quizás fue el año más complicado. Tuve una lesión, murió mi entrenador y me quedé un poco huérfano de esa figura. Pero, me quedo con que he conseguido muchísimos éxitos a fuerza de trabajo y gracias al equipo que tuve a mi lado.

Lo que se siente es que al principio solo creías que eran sueños y al final lo hice realidad en muchas ocasiones. Quizás me faltó ser campeón olímpico, pero es una presión muy difícil. Al final son cada cuatro años y conseguir una medalla olímpica no está al alcance de cualquiera, así que me puedo dar con un canto en los dientes y estar muy contento.

- ¿Se lleva alguna espinita más allá del oro olímpico?

- En mi época tuve un gran rival que era Jefferson Pérez y que era ecuatoriano, de la misma ciudad que Johanna. Me llevo quizás la espinita de no haber sido campeón del mundo y haberle ganado a él los tres mundiales que me quitó. Fue en París 2003, Helsinki 2005 y en Osaka 2007. Fueron tres mundiales en los que repetimos el mismo puesto los dos y se queda la espinita de no ser campeón olímpico o campeón del mundo. Sí que gané dos copas del mundo.

Antes ganar un Campeonato del Mundo de Atletismo de Verano era lo que más valía. Quizás ahora hay más posibilidades de mostrarte y de ser campeón del mundo en otras competiciones. Pero antes lo que valía era tener copas del mundo. Ahora se llama Campeonato del Mundo de marchas por equipos. Por mucho que ganara ese campeonato, lo más importante era el verano y ser campeón olímpico o campeón del mundo o de Europa o en su caso, conseguir una medalla.

Para mí la espinita es de los tres mundiales y del oro olímpico. Yo era un ganador y lo que quería era ganar siempre.

- ¿Qué diferencias ve en Ecuador con España en cuanto a nivel de competiciones y entrenamientos? ¿Y con Andalucía?

- Por suerte, yo estoy yendo mucho a Latinoamérica ahora a países como Ecuador, Guatemala… Cada vez se está igualando más. Evidentemente, en los años de Jefferson Pérez, cuando tenía esa rivalidad con él, no sabía cómo se entrenaba, pero me da una idea de cómo se entrenaba al principio. Pero obviamente no era lo que teníamos aquí. Allí costaba mucho más, las ayudas eran más bien pocas y solo para la gente conseguía éxitos. Al final estos son a los que apoyaban.

En estos momentos todo está más igualado. Los técnicos van aprendiendo muchísimo. Hay buenos fisioterapeutas mundiales donde vayas, buenos médicos, buenos nutricionistas.. Es cierto que Latinoamérica es el tercer mundo y hay muchos países donde es poco el conocimiento de técnicos, de medicina o fisioterapia, pero cada vez van a más. Ahora ya no hay tanta diferencia. Quizás hace 20 años sí la había. Ahora lo veo todo más igualado. Lo único que hace falta es la ayuda. Comparándolo con Andalucía, que es una comunidad de unos 8 millones de habitantes, Ecuador tiene 18 millones de habitantes.

Al final, Andalucía ha crecido mucho en cuanto a deportistas, en cuanto a ayudas, en cuanto a apoyo al deportista y no solamente el que sobresale. También a la cantera y al que está empezando. Eso siempre estuvo así. En mi época y ahora mucho más. Creo que Andalucía ha subido muchísimo y, si lo comparamos con países como Ecuador o Guatemala, vemos que es una autonomía con muchísimo potencial, muchísima ayuda y está haciendo las cosas bastante bien. Y no ahora, sino desde hace ya mucho tiempo.

- ¿Cómo son las pistas de entrenamiento aquí? ¿Qué diferencias hay con respecto a Ecuador? ¿Y en el clima?

- Las infraestructuras de Andalucía siempre fueron buenas. Yo puedo hablar de mi deporte: el atletismo. Siempre han habido unas magníficas pistas de atletismo, casi en todas las provincias y en pueblos de 50.000 habitantes o incluso menos, como en Guadix. Andalucía ha ido creciendo, o, al menos, en el atletismo.

Después tiene una cosa muy buena que es que puedes encontrar altura en Sierra Nevada y un buen clima en invierno en Almería, Cádiz, Sevilla, Málaga, Huelva… De hecho, yo iba mucho a Huelva a entrenar cuando hacía mucho frío en Guadix. Eso es muy bueno para el deportista. Eso es bueno para Andalucía, porque la gente de centroeuropa busca sitios más cálidos durante el invierno para entrenar y aquí los hay.

Además, tenemos unas infraestructuras maravillosas. En Sierra Nevada hay unas instalaciones magníficas y ahora, incluso, están mejor. Cuando yo iba no tenía motel, y ahora lo tienen. E, incluso, una residencia también. Hay muchas mejoras en nutrición. Los centros de alto rendimiento ya tienen gente que trabaja al deportista muy exclusivamente y que ayudan al deportistas con psicólogos, fisioterapeutas… Todo ha mejorado mucho. Andalucía, en todos estos centros, tiene a todos estos profesionales trabajando. Eso le da una categoría mucho mayor al deporte andaluz y al deportista le da una ayuda que le hace progresar y desarrollarse mucho mejor.