Cuando en marzo el Coosur Betis certificaba su permanencia en la ACB, todo hacía apuntar a que a diferencia del año anterior los dirigentes apostarían por mantener el bloque que a partir de enero había encontrado su equilibrio, y
retocar ciertas posiciones con vistas a seguir creciendo y poner la vista en Europa.
Meses después, la realidad es otra.
De renovar a al menos seis jugadores, la expectativa es que los únicos que continúen sean los confirmados Mamadou Niang, Pablo Almazán, Tobias Borg y Obi Enechionyia, a falta de anuncio.
El club
contaba con llegar a un acuerdo con Kenan Sipahi y Shayne Whittington, pero la aparición de otros clubes con mayor potencial y dinero han dado al traste con la previsión inicial a pesar de que mostraron su satisfacción tanto con el club como con la ciudad.
En el caso de Sipahi,
el interés del Fenerbahçe para convertirlo en su tercer base parece haber declinado la balanza. El jugador y el Betis se habían dado una prórroga para decidir si ejecutar la renovación por un año más, pero la demanda de cupos por parte del conjunto turco y la posibilidad de jugar Euroliga se han sumado a que el base preferiría volver a su país por motivos familiares.
El macedonio quería quedarse en Sevilla, donde había manifestado que tanto él como su familia se encontraban muy a gusto; sin embargo,
una suculenta oferta de Japón le ha hecho cambiar de planes.
Todo ello se suma a la falta de entendimiento con AJ Slaughter, en el que el cuadro verdiblanco tenía puestas sus esperanzas. Ambos pusieron de su parte, pero
distintos factores imposibilitaron la firma del polaco, que ha terminado por irse al Gran Canaria. Erick Green nunca entró en las previsiones dado su caché, salvo sorpresa.
Un quinteto renovadoAnte esta situación, unido al desajuste provocado por la COVID-19,
la dirección deportiva se ha visto obligada a realizar una nueva revolución en la plantilla, con los riesgos y la incógnita que ello conlleva.
Así, el
cinco titular será totalmente nuevo. Ndoye y Ouattara llegan para ocupar la posición de pívot y alero, respectivamente, con Niang y Almazán como recambios, y Nick Kay en el lugar de ala con Obi. El sueco Nick Spires ejercerá de quinto interior y además llega como cupo de formación.
Por ello, como expresó ayer Juanma Rodríguez en Radio Marca, "lo que queda es rematar la plantilla con dos bases, un escolta y un par de cupos más para dejar cerrado el equipo".
La idea del club es
apostar fuerte por un base y un escolta de garantías una vez se sepa la cantidad definitiva de la que disponen para fichar, pero difícilmente al nivel de las incorporaciones estrella del pasado verano como KC Rivers y Slaughter. La pandemia ha generado una caída de los ingresos del conjunto bético en general y el hecho de no jugar Europa frenan la capacidad de atracción de jugadores de esa talla.
Otro asunto que solucionaría dos problemas en uno sería la posibilidad de que uno de estos puestos sea cubierto por un cupo, pero hoy en día eso se paga caro.