El
Real Betis ha tenido momentos espectaculares en la presente campaña, en los que goleaba a todo el que se ponía por delante; otros en los que bregaba con dos o tres competiciones al mismo tiempo y las iba sacando adelante... pero siempre había un partido o una pequeña racha que rompía esa regularidad. Hasta ahora.
Desde que el 6 de marzo perdiera ante el
Atlético de Madrid en el Benito Villamarín y, cuatro días después, hiciera lo propio con el
Eintracht Frankfurt, el equipo de
Manuel Pellegrini no sabe lo que es perder. Nunca había estado cinco partidos de Liga seguidos sin caer, seis entre todas las competiciones si añadimos el de Frankfurt, donde cayó eliminado, pero finalizó por delante en los 90 minutos y sólo le empataron en el último minuto de la prórroga.
En este último mes y medio, el cuadro que adiestra Manuel Pellegrini ha alcanzado un equilibrio que no había tenido en toda la temporada. Justo cuando más falta le hace, cuando en siete días se juega su primer título en más de tres lustros y cuando aún está peleando por entrar entre los cuatro primeros, en puestos de Liga de Campeones.
En estos cinco encuentros ligueros más el de Europa League ha ganado tres de ellos, ha empatados dos y el del Eintracht lo ganó en esos 90 minutos reglamentarios. Pero lo mejor es que en tres de ellos ha dejado su portería a cero, cuatro si contamos el de Europa League. Y sólo ha recibido dos goles, aparte del de aquella maldita prórroga y ambos llegaron en partidos que acabaron con triunfo verdiblanco, ante
Osasuna en el Benito Villamarín (4-1) y hace una semana en
Cádiz (1-2).
De hecho, en Liga, tres de las nueve veces que el Betis ha dejado su portería a cero han sido en los cinco últimos encuentros. Pellegrini, aunque avisó que el once titular de la final de Copa dependería del rendimiento del partido de ayer y del que aún tiene pendiente ante el Elche antes del sábado, parece claro que tiene un once en mente. Un equipo sólido que ha encontrado el equilibrio y que bien podría ser el que jugó en el Reale Arena, con dos únicas dudas.
Una es la portería, donde rota por encuentros sin importar el partido. La otra, el lateral diestro, donde
Sabaly y
Bellerín están rindiendo a un gran nivel; e incluso ahí todo apunta a que jugará el catalán. Hasta en el centro de la defensa, que movió mucho a lo largo de la campaña, parece haber apostado claramente por el dúo Pezzella-Bartra, titulares en este tramo final que tan buenos resultados está logrando.