La primera plantilla del Real Betis celebraba este martes un nuevo entrenamiento para preparar la visita del Viernes Santo (21:00 horas) a San Sebastián, donde le espera una Real Sociedad que está aguantando el tirón de los verdiblancos. A dos puntos en la tabla clasificatoria, un triunfo donostiarra supondría para los de Manuel Pellegrini perder la quinta plaza, que asegura la presencia en la próxima edición de la Europa League, y caer a la sexta, con la pedrea de la Conference League como premio. Con todo, aparte de otras seis jornadas para enmendar ese hipotético error, en Heliópolis se guardarían la carta de la final de la Copa del Rey, que catapultará a su campeón a la UEL y, junto al subcampeón, a la Supercopa de España.
Por el contrario, una victoria bética casi le aseguraría esa plaza privilegiada, al tiempo que mantendría su candidatura a la Champions, ya que obtendría un colchón de 5 puntos, más el 'goal-average' particular, muy favorable a los hispalenses tras el 4-0 de la primera vuelta. En realidad, cada choque entre los del 'Ingeniero' y los de Imanol se han resuelto con un póquer para los primeros. Ocurre que, como confesaba en entrenador del otro finalista del torneo del K.O., José Bordalás, resulta inevitable mirar de reojo a la cita del 23 de abril en La Cartuja, por lo que, empezando por los profesionales, toca concienciarse de que hay que ir a paso a paso.
El propio Betis lanzaba este martes una campaña, bajo el hashtag #LaPrimeraFinal, recordando que el club se juega siete partidos decisivos en LaLiga y uno en Copa en busca de un histórico pase a la primera competición continental y, cuando toque, de otro título para sus vitrinas 17 años después. Sin embargo, lo primero es dar un golpe en la mesa de la UEL este viernes ante un rival directísimo como la Real, para lo que Pellegrini sólo cuenta con buenas noticias. De momento, se confirma el retorno al grupo en plenitud de condiciones de Rui Silva, baja en Cádiz al resentirse del golpe en el costado que arrastra desde el funesto encuentro de vuelta de octavos de final del segundo torneo europeo ante el Eintracht en Frankfurt.
El resto de los futbolistas del primer plantel verdiblanco, excepción hecha de los lesionados de larga duración Montoya y Camarasa, que no podrán regresar este curso, estuvo a disposición de Manuel Pellegrini, que no se guardará ninguna carta en Anoeta. Se espera allí el once de gala, con el retorno del ya habilitado William Carvalho a la sala de máquinas en sustitución de Guardado, así como el de Borja Iglesias a la punta de lanza en lugar de Willian José. Sabaly o Bellerín constituye la duda más razonable de un entrenador que, de tener que realizar alguna rotación para reservar futbolistas de cara a la final de Copa, lo haría el martes de la semana que viene contra el Elche.