Los entrenadores no suelen
obnubilarse con las grandes
gestas, con los logros que pasan luego de manera segura a los
anales de los clubes. Quizás porque saben que los título se consiguen en finales, por definición encuentros sin posibilidad de reparación posterior,
sin vuelta atrás. Una
suerte de moneda al aire que decide el nombre que todos recordarán y el del club que a nadie le vendrá a la cabeza al hablar de ese día. Obviamente, influyen los presupuestos, las plantillas, el juego y otros muchos factores sí predeterminados, pero esas resoluciones en
90, 120 o algunos minutos más tienen mucho de
azar también. "
LaLiga es lo que nos da de comer", insisten los técnicos, conscientes de que puedes tener una buena racha que te lleve a luchar por un entorchado, pero difícilmente la
inercia soplará a tu favor durante nueve meses.
De nada serviría, tampoco a un
Real Betis que no está
habituado a estos menesteres, llegar lejos en las dos competiciones decantadas por eliminatorias si el bajón en la que se guía por la regularidad es manifiesto. Entre otras cosas porque no quedar entre los seis primeros de la tabla elimina de la ecuación el torneo continental en su siguiente edición, a no ser que se corone la vigente participación con un título. Tampoco a los que están
acostumbrados a eso de jugar cada tres días se les perdona caer eliminados. Como mucho, se les exige un éxito
absoluto en los caminos que seguirían en marcha. Un complejo
equilibrio del que no se salva nadie.
Los lectores de ESTADIO Deportivo parecen estar
de acuerdo con los profesionales y, parafraseando a
Melendi en uno de sus hits más famosos, pueden estar "
hablando en plata", pero seguro que lo hacen mientras andan "
soñando en oro". Por eso, la mitad de los participantes en la encuesta planteada por este medio de comunicación al respecto de cuál de los tres objetivos que persigue el Betis en la temporada 2021/2022 haría más ilusión a sus aficionados señala la clasificación para la
Champions League, una vía que inauguró para las andaluces el conjunto heliopolitano allá en 2005, siguiéndole después
Sevilla FC y Málaga CF. Por tanto, el
50% preferiría retener la tercera plaza o, como mucho, bajar hasta la cuarta, muy por delante de quienes sacrificarían los otros dos por la conquista de la Europa League (
33%), que daría derecho a disputar la siguiente UCL, por un
17% que se quedaría con la Copa del Rey.