A este
Real Betis, de momento, no hay quien lo pare. Tiene tal
pegada que, incluso, puede permitirse la
licencia de no
aplastar a sus rivales de principio a fin. Le basta con estar
atinado en los momentos claves, sabiendo
sufrir y siendo sostenido, por ejemplo, por
Rui Silva cuando el viento soplaba en contra. Que sopló. Y quién lo diría con el
0-4 final, con cierto sabor a revancha o venganza, pues
Juanmi anotó un doblete y
Willian José sentenció de penalti.
Aitor Ruibal remató el póquer de una escuadra abonada al cuatro que, incluso sin un
Guido que se antoja crucial en los esquemas de
Pellegrini, se planta con una
suficiencia bestial en las semifinales de la
Copa del Rey.
La
presión alta fue el arma de salida de los verdiblancos, que querían estar lo justo
sin balón, tratando de recuperarlo lo antes posible en caso de pérdida. Ambos apostaban por estrechar espacios, juntando las líneas, y por transiciones rápidas para sorprender.
Januzaj buscó desde muy lejos a
Rui Silva, mientras que Le Normand evitó el mano a mano de
Juanmi con
Remiro, forzando un córner que cabecearía
Carvalho muy cerca del poste. Fue la antesala del primer tanto, obra de uno de los muchos ex donostiarras de la plantilla heliopolitana, aunque gran parte del mérito hay que concedérselo al internacional portugués: le puso
fe en una pared con
Fekir que parecía perderse por línea de fondo y la dejó muy bien atrás para que el de Coín apuntillase en el segundo palo, pidiendo
perdón a la que fue su afición.
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El 0-1 causó el
efecto lógico:
despertaron los anfitriones, que avisaron con un zurdazo fortísimo de
Oyarzabal que no pudo atajar el meta luso, y se generaron
espacios muy interesantes para las
contras béticas. Con todo, era una evidencia que la Real había recuperado terreno, como demostraron, de nuevo, su capitán, con un chutazo cruzado que detuvo bien abajo un Rui Silva que sólo pudo ser espectador de excepción al cabezazo de
Le Normand a la salida de un córner que acabaría repeliendo el
palo. Tocaba serenarse, pero volviendo a disfrutar de
sensaciones favorables y
asustando un poco a su oponente. A doce del intermedio, el
VAR revisó un posible penalti sobre el campeón del Mundo, tras dos entradas por detrás sobre la mísma línea del borde del área de
Zaldua y Guevara, aunque no se señaló nada
punible. A renglón seguido,
Mikel Merino ganó bien por alto a
Edgar en una falta cerrada de Januzaj, aunque no terminó de girar el cuelo, cabeceando muy desviado.
Tanto fue el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo, si bien los de Pellegrini se beneficiaron de un
fuera de juego previo de Oyarzabal, asistente de
Januzaj (fenomenal el belga al cruzar de primeras desde cerca a la red) en el que habría sido el empate en un momento
psicológico. Pero el Betis fue el último en llamar a la puerta del gol en el primer tiempo, merced a una pared de
Fekir con Borja Iglesias que abortó, finalmente, con los pies
Remiro en el mano a mano con el '8' visitante. Sin duda, una eliminatoria emocionante y pareja en Anoeta. La tónica no varió en la reanudación, hasta el punto de que, pese a la gran oportunidad de su jugador-franquicia sobre la bocina, se veía más inspirada a la Real, que a punto estuvo de igualar por medio de
Isak, que recibió de Oyarzabal
a bocajarro y se encontró con una espectacular intervención de
Rui Silva a mano cambiada. Incluso,
Bartra estuvo a punto de despejar hacia su portería a continuación, por lo que el miedo no se le iba del cuerpo del todo a los visitantes.
Juanmi, Nabil y Álex se asociaron bien en la siguiente acción, aunque faltaba
precisión y, sobre todo,
confianza en los cruces. Quizás también un poco más de
pausa, con el marcador todavía como gran
aliado, junto con la previsible
precipitación de los de Imanol conforme avanzaran los minutos. A los diez,
Juanmi veía cómo le anulaban el segundo por una clara posición ilegal cuando aprovechaba, en semifallo, el rechace de Remiro a zurdazo de Carvalho. No habría ninguna duda a continuación, gracias a la colada por la izquierda de Álex Moreno, cuyo pase atrás no lo cazó Fekir, pero sí el 'pichichi' heliopolitano, eficaz en el remate a la escuadra con su pierna mala. Casi pleno de
efectividad para avanzar hacia las
semifinales de la Copa del Rey.
La aparente
sentencia vino de perlas a los del 'Ingeniero', que no pasaban a priori por su momento más cómodo, y aceleró las iniciativas albiazules, ya algo a la
desesperada. De hecho,
perdonaría Juanmi el tercero en el 76, acertando otra vez Remiro en el mano a mano, después de una contra espectacular de Fekir y Canales. La tranquilidad definitiva llegó a falta de siete minutos: clara mano dentro del área de
Zaldua a tiro de Fekir que
Martínez Munuera valida en el monitor y
Willian José la pone en la misma escuadra. Dos ex realistas, erigidos en
verdugos.
Aitor Ruibal, con una gran cabalgada desde la misma línea del centro del campo, amplió distancias, mientras que
Portu estrelló su intento en el poste a renglón seguido, demostrando que no había
fortuna este jueves para los anfitriones.
FICHA TÉCNICA.-
Real Sociedad: Álex Remiro; Zaldua, Aritz Elustondo, Le Normand, Aihen Muñoz; Guevara (Zubimendi 46'), Mikel Merino; Januzaj (Sorloth 73'), Silva (Rafinha 73'), Oyarzabal; e Isak (Portu 84').
Real Betis: Rui Silva; Sabaly, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno; Edgar, William Carvalho; Canales (Joaquín 88'), Fekir (Rodri 88'), Juanmi (Aitor Ruibal 77'); y Borja Iglesias (Willian José 66').
Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amarilla al local Zaldua y el visitante Bartra.
Gol: 0-1 (12') Juanmi;
0-2 (57') Juanmi;
0-3 (83') Willian José, de penalti;
0-4 (87') Aitor Ruibal.
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey, disputado en el Estadio Reale Arena (Anoeta) de San Sebastián ante 29.326 espectadores, con unos 120 béticos.