Edgar González es uno de los nombres propios en este
Real Betis que presume de ser
flamante semifinalista de la Copa del Rey. Cuajó un derbi impecable como central en octavos de final y aportó el equilibrio que su equipo necesitaba en la goleada a la Real Sociedad (0-4) este jueves, en cuartos. El catalán tuvo que jugar de pivote por las bajas de Guido, Guardado y Paul y cumplió con nota.
"El equipo hace cada partido como bloque. Juegue quien juegue, vamos a una. Es el momento de seguir disfrutando porque vendrán cosas muy bonitas", manifestó Edgar a los medios del club desde la zona mixta de Anoeta, donde consideró que
"hay que disfrutar lo de hoy y darle valor". "Es muy difícil venir en cuartos fuera de casa y hacer este partido contra un equipo como la Real", remarcó el espigado futbolista catalán.
"Era una posición en la que hacía tiempo que no jugaba. Estoy muy cómodo de central, pero el míster me necesitaba ahí. Lo he intentado hacer lo mejor posible sabiendo que tenía que cubrir la baja de Guido", valoró sobre su cambio su rol.
El polivalente futbolista tiene clara
la clave del éxito de este Betis:
"Todo el mundo se ha sentido importante en las rotaciones. Es la fuerza del grupo. El objetivo es hacer un gran año, pero no nos podemos parar aquí. Ya tenemos ganas el domingo de volver a escuchar el Villamarín lleno de gente".
"Hay que disfrutarlo y darle mucho valor.
Apenas hemos concedido ocasiones, hemos hecho el futbol que queremos sin cometer errores, hemos metido cuatro... Sabemos a lo que jugamos, lo que queremos hacer y lo proponemos. Con eso vamos a muerte", insistió.
"Estamos acostumbrándonos a jugar cada tres días.
Es algo bonito ya que estamos vivos en tres competiciones. Entrar en Champions es muy ilusionante para nosotros, pero ahora vamos a descansar porque el domingo tenemos un partido muy difícil", concluyó, ambicioso.