Después de hablar con ESTADIO Deportivo,
Borja Iglesias tenía un directo en Twitch con Míster Chip y otra entrevista con 'El Confidencial'. No para. Le encanta hablar en los medios de comunicación y, si los
videojuegos o los
eSports están de por medio, mejor que mejor. A la última en estos asuntos, el delantero del Betis es un asiduo en las redes sociales, donde no se corta a la hora de
interactuar con muchísima gente. Tampoco se oculta cuando acude a actuaciones de
artistas o humoristas, posando con ellos como hace habitualmente a las puertas de la Ciudad Deportiva Luis del Sol o en el Benito Villamarín, o promocionando
videoclips en los que, incluso, hay cameos destacados. Con una sonrisa por bandera. Hasta en los
malos tiempos.
Cuando la crisis
arreciaba, todo lo contrario que ahora, recibió aplausos por doquier por
pararse más de una hora a firmar
autógrafos y departir con los hinchas que esperaban sin suerte a otros compañeros después de una derrota. En plena vorágine de la
pandemia, con el contacto reducido a la mínima expresión, gestos como aquél de dar la cara y afrontar las críticas con
naturalidad fueron bienvenidos. Pero no siempre son loas y reconocimientos. La larguísima mala racha de cara a gol que vivió en su primera temporada como verdiblanco le generó bastantes '
haters'. Más recientemente, aludía con mayor o menor acierto al
accionista que se burló hace dos juntas de su poco tino ante las porterías contrarias. No
esconderse tiene estas cosas.
Las últimas semanas no han sido sencillas, tampoco en el plano personal. Si deportivamente está que se sale (cuatro goles en los dos últimos partidos de
LaLiga), fue el sacrificado dos fines de semana antes en
Vallecas tras la polémica expulsión de
Álex Moreno, viviendo un momento curioso pero también divertido con los aficionados del
Rayo mientras se retiraba por la banda. Después, su mención al efecto que tuvo sobre Joan Jordán la barra lanzada en el
derbi de Copa y su
reacción tras el segundo gol a su ex equipo, el
Espanyol, con media grada pitándole cada vez que tocaba la pelota, dio también que hablar.
Rabia e impotencia del 'Panda', que se mete en algún charco, pero que nunca se ahoga.
"Estoy feliz de mi
actitud sobre el campo, con mis compañeros y con la afición del Espanyol. Disfruté mucho ese año que vestí su camiseta. Entre todos se decidió que saliese, y así fue. Estoy
donde quiero estar, como ya he dicho, disfrutando mucho, además. Les deseo todo
lo mejor, pero yo siempre lucharé por lo mío. Siempre va a ser especial jugar en el RCDE Stadium. Me siento
cómodo en ese estadio, aunque no es lo mismo, claro, jugar como visitante. Entiendo que la gente esté más o menos
molesta; no pido que me aplaudan, pero querría tener una relación más
sana. Siento mucho
aprecio por ellos y ojalá les vaya muy bien", zanjaba en su entrevista con ED. Y no por eso se ha planteado dejar de opinar sobre todo lo que le venga en gana. Faltaría más.
"No lo pensé nunca (se refiere a cerrar sus cuentas de las RR.SS.). Siempre intento opinar con un talante
tranquilo, hacerlo con respeto. Si no pierdes los papeles, lo entiendo y lo acepto todo. A veces, quieres hacer entender algo a alguien que no quiere entenderlo. En Twitter es verdad que no hay punto
intermedio: o te odian o te adoran. Hay que relativizarlo todo cuando lo recibes, lo bueno y lo malo. Tienes que tener la tranquilidad de evaluarlo y decir lo que piensas siempre. Poco más puedo hacer que trabajar.
Que digan y piensen lo que quieran. Intento demostrarlo en el campo, que mi equipo gane. Lo que suceda fuera no lo puedo controlar. No puedes
gustarle a todo el mundo. Es una realidad. Intento centrarme en lo que puedo sí puedo
controlar", añade Borja.
También se refiere, directa o indirectamente al derbi, que se ha
calentado mucho a apenas un mes de un nuevo Sevilla-Betis, esta vez en LaLiga, en el
Sánchez-Pizjuán y con la
Champions en juego. Para el artillero verdiblanco, lo mejor será pasar página y centrarse en lo deportivo, que no es 'moco de pavo': "Se ha puesto muy
bonito. Va a haber un ambiente
tremendo. Es una suerte poder disfrutar de la dinámica de los dos equipos. Tampoco es que le dé demasiadas vueltas a lo que se genera alrededor de los derbis. Lo vamos a afrontar como siempre, haciendo nuestro fútbol para intentar ganarles. Estamos más cercanos que otras veces, con una distancia menor y con muchas ganas. El año pasado hicimos un buen partido allí, pero se lo llevaron ellos en un
detalle. Quiero que gane el Betis siempre. Al final, fue una pena lo que sucedió en el último, y ya está. No hay que darle muchas
más vueltas. Todos estamos concienciados en que lo importante es lo que ocurra sobre el campo".