Será el responsable de guardar la meta del Betis el próximo jueves en San Sebastián. La convocatoria de Claudio Bravo con la selección chilena para las Eliminatorias suramericanas de clasificación para el Mundial de Qatar 2022 se lo ponen más fácil a Manuel Pellegrini, que dio oportunidades también a Joel Robles en los primeros cruces coperos, pero que apostó ya por el portugués en los octavos de final contra el Sevilla. Con unos números muy importantes, no hay dudas sobre la solvencia de uno de los fichajes estrella del presente curso, por su proyección (participó con Portugal en la reciente Eurocopa) y por llegar a coste cero. Dieciocho encuentros disputados, cinco de ellos dejando su meta impoluta (1,22 tantos encajados de promedio); medio centenar de paradas (casi tres por partido); 86% de acierto en el pase; 55 salidas con éxito de la portería… Las estadísticas no mienten.
Ahora, en mitad de un parón más corto de lo normal por la inclusión a mediados de la próxima semana del choque del torneo del K.O. ante la Real Sociedad, Rui Silva ve este ‘impasse’ como “algo bueno y malo. Para empezar, es importante poder trabajar durante una semana limpia, de las pocas que ha habido esta campaña para preparar un partido tan importante como éste. La parte mala es que no está todo el grupo, lo que lo hace más complicado”, apuntó este jueves a los medios oficiales del club, añadiendo: “Estamos intentando trabajar bien, corrigiendo errores y tratando de mejorar para afrontar de la mejor manera posible el partido ante la Real Sociedad. Son decisiones de la FIFA que hay que respetar; no sólo nosotros, sino otros equipos tampoco tienen a varios jugadores disponibles. Debemos trabajar los que estamos aquí, comprometidos como siempre, para, cuando llegue el resto, afrontar los otros partidos que vienen”.
Este carrusel de compromisos oficiales que se avecina es ya normal en Heliópolis: “Empezamos con la Fase de Grupos de la Europa League, luego la Copa del Rey… Cuando juegas tres competiciones, lo normal es entrenarte menos y jugar más. Eso es lo más bonito del fútbol, poder competir cada tres días, lo que nos hace crecer mucho. Ojalá estos dos meses que llegan sean ilusionantes, jugando dos o tres partidos por semana”. Sobre todo porque todos los indicios apuntan a que el Betis está en su mejor momento, si bien el portugués aboga por la cautela: “El equipo está enchufado, muy metido, con todos contentos. Pero hay que ir paso a paso, disfrutando de cada momento. Ni está todo bien cuando ganas ni todo mal cuando pierdes. El fútbol cambia muy rápido, y también tuvimos también rachas malas. Queremos seguir mejorando y competir de la misma manera lo que queda, claro”.
En esta misma línea, Rui Silva prefiere no marcarse objetivos grandes, pese a la permanencia en tres competiciones y el tercer puesto actual en LaLiga: “Pasito a pasito, partido a partido, es lo mejor. Disfrutar de cada momento y no pensar más allá. Tenemos a la afición con nosotros, que es importante para ganar cada partido; la sentimos cerca tanto en casa como fuera. Con todo el grupo metido, podemos luchar por cosas importantes. Con la máxima ilusión, podemos hacer cosas brillantes. Uno no sabe hasta dónde puede llegar si no lo intenta. Ya veremos lo que nos depara el futuro”. Para empezar, hay que buscar las semifinales de Copa a una carta el próximo jueves. Y el ’13’ verdiblanco avisa: “El partido no va a ser igual que el de LaLiga. En su casa, con su público, va a ser más difícil. Tengo la espinita de hace dos años, que no nos metimos en la final por 8-10 minutos. El año pasado nos eliminaron en cuartos. Es importante para el club y también individualmente, porque nunca sabes cuándo vas a poder ganar un título. A ver si tenemos suerte y la buscamos también, afrontando el partido de la Real con la máxima ilusión”.
El ex de Nacional y Granada admite que acaba de vivir momentos personales muy difíciles por el reciente fallecimiento de su padre, pese a lo cual quiso vestirse de corto 48 horas después. “Nunca estás preparado para estas cosas. Lo mejor que pude hacer es jugar contra el Celta. Seguro que mi padre también lo habría querido. Mejor que estar en casa, dándole vueltas a la cabeza… No merecía la pena. Hay otros momentos para pensar, llorar y llevar el luto. Era importante para todos, para mí, para mi familia y para él. Es el mejor homenaje que podía hacerle. Todos estuvieron de 10; recibí los mensajes y el cariño de la gente, de los compañeros. Fue un día muy emotivo; estoy muy agradecido”, sentencia el cancerbero, que atraviesa, eso sí, por su mejor momento deportivo: “La verdad es que ahora estoy muy bien adaptado al equipo. Aunque el cambio no fue importante, porque es la misma Liga y Sevilla está cerca de Granada, al principio me costó un poco, porque es otro club, otras ideas. En los primeros partidos notaba el cambio. Aquí, por ejemplo, arriesgamos más; el portero tiene que jugar mucho con los pies y estar preparado para salir en cualquier momento. Fui ganando confianza con el paso de los partidos y he podido mostrar mi mejor rendimiento”.
Una tarea difícil para cualquier guardameta: “Mi puesto no es sencillo. Sólo puede jugar uno. El míster lo está manejando de la mejor forma; así, consigue que todos estemos comprometidos. Esta sana competencia es muy importante. Estoy disfrutando de todo lo que estamos viviendo. Cada vez que juega uno, responde, porque hay mucho respeto y trabajo, los ingredientes fundamentales para llegar al éxito. Claudio y Joel tienen mucha experiencia; yo estoy también en mi mejor momento de madurez. En el día a día, que uno lo haga bien ayuda al otro a crecer. Toni (Doblas) también tiene una forma de trabajar espectacular. Nos cuenta muchas historias de cuando jugaba, y ese carácter se transmite. Saca el mejor provecho de todos”. Entre otras cosas, les ayuda a preparar los penaltis: “Todo se estudia. No sólo para la Copa. Analizamos todos los posibles lanzadores, porque, en un partido, todo puede suceder, incluso contando con los suplentes. Esperemos que no se dé el jueves, que el corazón entonces nos va a mil”.
Rui Silva ha tenido la suerte de residir en dos de las ciudades más hermosas de Andalucía y de toda España, lo que ha facilitado su adaptación: “Con este clima maravilloso, todo es más sencillo. Siempre sale el sol, que es fundamental para obtener la vitamina D. En ciudades lluviosas, enseguida los días se acaban. Mi mujer y yo estamos muy a gusto, tranquilos. Es fundamental para vivir y disfrutar. Me gusta pasear, pero con tantos partidos viajes, partidos y concentraciones es difícil. Tenemos poco tiempo. En estos parones, me gusta dar paseos por el centro histórico, conocer cosas de Sevilla, ir a comer. En casa me gusta leer, ver series y películas. Ahora mismo estoy viendo el documental de Neymar. Y en febrero o marzo, una nueva temporada de la Fórmula 1, que me gusta mucho”. Además, como hacen compañeros como Canales, el portugués da mucha importancia a la salud mental: “Ahora mismo llevo unos meses sin trabajar con mi entrenador personal, pero he aprendido mucho con él. Me ayudó bastante, sobre todo cuando empecé en Primera división. En Segunda ganábamos muchos partidos, pero sabía que con el ascenso iba a ser distinto, que íbamos a sufrir más. Busqué esa ayuda para poder concentrarme. Gracias a él, le doy énfasis a lo que hago. Estuve dos años trabajando con él y, ahora, sigo sus métodos y practico la meditación, porque me ayuda a estar tranquilo y calmado. Cuando uno empieza a desconfiar de uno mismo es lo peor que te puede pasar. Hay mucha gente viéndote y es complicado, sobre todo para los más jóvenes. Antes, cuando cometía un error, le daba muchas vueltas y estaba todo el partido pensando en ello. Es lo peor que puedes hacer, porque, así, después de un error viene otro. Hay que pensar que el partido sigue y que vienen otras oportunidades de acertar”.