La selección de
México, actual campeona, y la de
Estados Unidos vuelven a enfrentarse esta madrugada (02:30 hora española / GOL) por séptima vez en una
final de la Copa Oro. Ambos equipos llegan invictos a la cita, que se jugará por primera vez en
Las Vegas (Nevada), donde debuta el fútbol internacional, en el nuevo Allegiant Stadium, de los Raiders de la NFL, que presentará un lleno en sus gradas con más de
62.000 espectadores. No faltará casi nadie. Casi, porque a pesar de la ilusión por el partido, en el país azteca
echan de menos a su gran capitán, un Andrés Guardado que ha levantado tres veces ese trofeo y que bien podría haber llegado para los últimos partidos del torneo, pero
decidió sacrificar esta opción de tocar plata para preparar bien el que anunció que será su
"último año en el Betis".
Llegó a Heliópolis en 2017 firmando un contrato de dos temporadas con opción a una tercera que prácticamente veía imposible de alcanzar. Para 2020 se imaginaba ya en EE.UU. -hace años que la MLS le tienta-, pero alcanzará 2022 vistiendo las trece barras y aspirando a jugar su
quinto Mundial. Andrés Guardado afronta con muchísima ilusión esta 21/22. Son muchos y ambiciosos los retos que quiere lograr y se afana en
prepararse para que no vuelvan esas molestías físicas que le impidieron estar en la Copa Oro y/o en los Juegos Olímpicos con México. El centrocampista termina contrato el
próximo 30 de junio y, aunque promete ganarse una oferta de renovación, anticipa que ésta será su "última temporada".
"Contractualmente es mi última temporada aquí y cuando renové hace un par de temporadas le dije al presidente que soy consciente de mi edad (cumple 35 en septiembre), de que mi rol dentro del campo a lo mejor va a ir cambiando, fuera no tanto, pero entendiendo eso sé que dependo mucho de mi rendimiento. Si soy capaz de rendir a buen nivel este año y me ofrecen quedarme, yo encantado, pero
la realidad es que me queda un año y afronto con la ilusión de que posiblemente sea la última vez que viva todo esto. Cuando salió el calendario, pensé que muy posiblemente me retire del Betis -no del fútbol- contra el
Real Madrid en el Santiago Bernabéu, ya cerramos LaLiga allí. No cierro la puerta a ganarme una renovación, pero...", reconocía el mexicano en una entrevista para
RTV Betis.
"Si soy honesto,
cuando llegué al Betis no esperaba estar cinco años. Empezaba a hacer
planes a futuro y pensaba en estar dos o tres años y luego regresar a mi país. También
he tenido muchas ofertas de la MLS, como todo el mundo sabe. Cambiar un poco de aires y bajar un poco el nivel competitivo para estar un poco más tranquilo en los últimos años, pero mi forma de ser no me lo ha permitido y no me deja pensar en esas cosas.
Jugar en LaLiga, jugar en el Real Betis... No es un tema económico", explicaba.
Por todo ello, Guardado decidió no participar en la Copa Oro y perderse un choque tan importante para su país como es la final de esta noche, pero aunque
le dolerá verlo por televisión -este lunes descansa el Betis y no hay que madrugar- pero está
convencido de tomó la mejor decisión posible: "Justo una semana antes de empezar la Copa Oro valorábamos si me quedaba y hacía la segunda fase o me tomaba unos días de descanso y hacía una buena pretemporada. Analizando lo que me pasó el año pasado, con los problemas musculares que tuve, creo que
lo más razonable era descansar, hacer una buena pretemporada, ya que el año va a ser muy exigente y me gustaría estar al cien por cien durante todo el año, no sólo por tramitos".
"Estoy
muy contento de empezar un nuevo año. La verdad es que en esta época inicial de la temporada se siente la misma ilusión por más que pasen los años hay el mismo cosquilleo de volver a empezar una temporada nueva. Es muy ilusionante, sobre todo para nosotros que
volvemos a estar en Europa y estoy con ganas de ayudar al equipo en mi última temporada en el Betis", afirmó sobre los primeros días de pretemporada tras incorporarse ya después de la primera concentración estival en Suiza y participar en los últimos partidos, ya
plenamente restablecido de sus dolencias. Sin duda, perder la oportunidad de alzar su cuarta Copa de Oro habrá merecido la pena si logra despedirse con el equipo verdiblanco en zona europea y con billete para jugar su quinto Mundial.