Como era previsible,
Nabil Fekir no estará en la
Eurocopa. Y eso que la ampliación a
26 de los seleccionados abría una puerta para la esperanza del ex del Lyon, que ya había faltado a bastantes convocatorias, pero que solía ser recambio habitual cuando uno de los citados se caía por lesión o coronavirus (caso de Aouar). Capricho de
Deschamps, que lo hizo debutar hace seis años y lo convirtió en su jugador número 12 en el
Mundial de Rusia (del que salieron campeones), el otrora mediocentro del Valencia no contó con el '8' verdiblanco desde septiembre del año pasado.
El
nuevo cupo lo ha aprovechado el entrenador del 'Équipe de France' para llamar a
Benzema, indultado en una ocasión inmejorable tras un 'affaire' con Valbuena que le costó una denuncia y no poder representar a su país desde 2015. El sevillista
Koundé es otro de los que ocupan una de las tres nuevas vacantes, junto al hijo de Lilian
Thuram, Markus, que se está saliendo en la Bundesliga con el
Borussia Mönchengladbach para goce y disfrute de su agente, el polémico Mino Raiola, que ya se frota las manos con este artillero de 23 años y 1,92.
La ausencia de Fekir de la Euro no es sólo una
decepción para el atacante, sino también una mala noticia para el
Betis, que no descarta ponerlo en el mercado y, por ende, esperaba que su participación en el torneo continental levantase un poco su
cotización. Con el sueldo más alto de la plantilla (3.6 millones de euros netos), se trata de
uno de los posibles ingresos extraordinarios que espera este verano la entidad heliopolitana, aunque será
casi imposible obtener una
plusvalía, pues el coste de su fichaje hace dos veranos fue de
19,75 millones de euros fijos (en varios plazos, de ahí la fuerte amortización que se avecina)
y 10 en variables, la mayoría difíciles de cumplir.