Hace ahora justo un año, el
Betis anunciaba un
acuerdo con sus primeras plantillas profesionales, así como con sus cuerpos técnicos y altos ejecutivos, para reducir los
salarios hasta un
15% (si la pasada campaña quedaba suspendida definitivamente, lo que no ocurrió al final) y en porcentajes menores en caso de continuación de la competición, con diferentes escenarios de producirse el retorno de los aficionados a los estadios (finalmente aún sin concretar) para reducir los efectos del coronavirus en la economía de los clubes y evitar un
ERTE que afectara a
430 empleados y sus familias. No fue la única entidad que recurrió a esta
fórmula, que obligó igualmente a un drástico ajuste del
presupuesto de la
20/21, reducido a más de la mitad.
Ahora, con el director general corporativo,
Federico Martínez Feria, como principal interlocutor con los
capitanes, los responsables verdiblancos andan en conversaciones, telemáticas las últimas, para realizar un segundo
retoque en la masa salarial del grupo, en esta ocasión de otro tipo. Se trataría de una
reasignación de parte de las fichas de los jugadores, que, por ejemplo, cobrarían menos hasta verano y repartirían lo que les quedó pendiente en otras campañas de sus contratos,
prorrateado, ampliándoles en algunos casos las vinculaciones para que así pudiera materializarse. Una vía por la que están optando muchos otros, incluidos los '
Top' de España y el extranjero.
De esta manera, el
Barcelona ya lo ha puesto en práctica desde octubre de 2020, renovando a algunos de los mejor pagados (
Piqué, Ter Stegen, De Jong y Lenglet) para que aceptaran el recorte de sus emolumentos en el presente ejercicio, mientras que el siguiente será la
Juventus. De esta manera, el gigante italiano, que ya congeló cuatro mensualidades de sus futbolistas para ahorrarse unos
90 millones de euros la campaña anterior, anunció para el primer trismestre de 2021 un aumento de pérdidas del
126% con respecto al mismo periodo de un año antes, según recoge 'Palco23', proponiendo actualmente a sus jugadores el
diferimiento salarial de los sueldos de marzo, abril, mayo y junio a partir del 1 de julio para salvar de alguna manera este ejercicio.