El
Real Betis y
Rui Silva, actual guardameta del Granada CF, tienen cerrado desde hace meses un acuerdo para que el portugués recale en el Benito Villamarín como agente libre el próximo verano
en una operación que apunta a exito seguro. La
portería verdiblanca es una posición que viene generando un
debate incesante en las dos últimas décadas y el internacional luso está llamado a aportar una estabilidad que tampoco han conseguido aportar el intermitente rendimiento de
Joel Robles ni la llegada del experimentado
Claudio Bravo, que ha sufrido cuatro lesiones musculares en lo que va de curso.
En Heliópolis
cuentan los días para ver a Rui Silva defendiendo el arco del Betis y ni siquiera la
opción de hacer caja y obtener una plusvalía 'express' en una época de crisis económica a nivel mundial frenan esta expectación desatada en La Palmera, donde sólo
Antonio Adán ha conseguido ofrecer un rendimiento estable desde que a finales del siglo pasado lo hiciese
Toni Prats.
Por eso, a pesar del
fuerte interés mostrado por el Inter de Milán y de la previsión de que pueda llegar a las oficinas béticas una oferta irrechazable que empujase a vender a Rui Silva antes de enfundarse las trece barras, la idea no es otra que verle en las alineaciones de Manuel Pellegrini en la venidera temporada 2021/2022. Según ha podido confirmar
ESTADIO Deportivo, ésa es la idea del Betis, a día de hoy. Y pueden estar tranquilos Haro, López Catalán, Martínez Feria y compañía, ya que el sentir de la afición coincide plenamente con la opinión de los rectores de la entidad, que ya han acordado con el meta una
elevada cláusula de rescisión .
Este periódico ha trasladado al beticismo la pregunta de qué harían si en verano llegase una propuesta millonaria por el actual cancerbero del Granada y un
66 por ciento de los participantes en la
#EncuestaHelvetiaED abogan por, llegado el caso,
rechazar la oferta, remitir a la cláusula y darle la camiseta de titular a Rui Silva.
El 34 por ciento restante opina que la situación del club requiere aprovechar toda oportunidad de
sanear las cuentas y se quedaría con el dinero para poder
reutilizar y reinvertir lo ingresado (todo limpio, al ser un fichaje a coste cero).
El escenario de que un futbolista sea
vendido antes incluso de poder debutar con su nuevo equipo es atípico pero ya se ha visto otra veces. Entre otros casos relevantes, le sucedió a uno de los exjugadores más ilustres que ha tenido el Betis en su historia reciente: el croata
Robert Jarni.
Tras firmar tres sensacionales temporadas como verdiblanco (
114 partidos y 20 goles pese a ser un lateral zurdo), Jarni abandonó el Real Betis en el
verano de 1998 para firmar por el
Coventry inglés a cambio de 700 millones de las antiguas pesetas. Sin embargo, no llegó a jugar ni un solo partido con el cuadro británico. Es más, casi ni llegó a entrenarse, porque esa misma semana el
Real Madrid le compró por
800 millones de pesetas (100 más) para vestirle de blanco.