Edgar
Paul Akouokou debutó en Primera división el pasado 20 de septiembre de 2020, después de sustituir a William Carvalho en el
Betis-Valladolid para disputar los últimos minutos del encuentro. El estreno se hizo esperar. Cuando ya estaba preparado sobre la banda,
el caprichoso destino volvía a poner a prueba su inconmensurable paciencia. El balón no salía, el cronómetro seguía corriendo y el juego no se detenía para que el árbitro pudiese autorizar su entrada al terreno de juego. Por fin llegó el ansiado momento. El choque de manos con Carvalho y la motivadora palmada en la espalda, mezcla de motivación y cariño, de
Manuel Pellegrini hacían de una particular línea de meta para una carrera que comenzó en las
calles de Abiyán hace más de tres lustros.
Nacido el 20 de diciembre de 1997 en la capital de Costa de Marfil, la historia de Paul no se puede entender sin remontarse a aquellas
carreras por el asfalto y esas primeras patadas a un balón, con los
pies descalzos y junto a amigos y familiares con los que no ha perdido trato a pesar de que
emigró a los 16 años para cumplir su sueño de ser futbolista. Antes de llegar a
Sevilla, jugó en su país, en el vecino
Burkina Faso, en
Finlandia, en
Francia o en
Israel. Dónde fuese necesario. Siempre con el afán de poder ayudar a su familia a escapar de tantas dificultades y penurias y con un
nítido espejo en el que mirarse:
en el de "su ídolo, el ex de Barcelona o Manchester City e internacional marfileño Yaya Touré".
Ahora, según ha podido saber
ESTADIO Deportivo de fuentes de toda solvencia, el canterano del Betis está a punto de dar un enésimo salto para
cumplir su sueño de emular a Yaya Touré, su gran referencia. Y es que su irrupción en el primer equipo verdiblanco y en
LaLiga española le ha dado el
eco mediático que necesitaba para llamar la atención de
Patrice Beaumelle, seleccionador de Costa de Marfil. Según apuntan a esta redacción, Paul tiene muchísimas posibilidades de
estrenarse en una convocatoria del combinado nacional absoluto de su país, que afrontará el próximo 26 de marzo un choque en
Níger y el día 30 recibirá a
Etiopía, en sendos encuentros de clasificación para la próxima
Copa de África.
Su ilusionante presente hace que Paul sólo piense
en verde y blanco. A principios de 2020 tuvo
ofertas de equipos de Francia y de clubes
españoles de Segunda división. Apostó por seguir y ahora quiere convertirse en un futbolista importante en el Betis. "No queremos ir con prisas. No es momento de tener prisas. Estamos
disfrutando del momento y él sólo piensa ahora en aprovechar sus oportunidades, que estoy seguro de que las va a tener y de que va a aportar mucho al equipo. Si Pellegrini no pensase que puede aportarle mucho al equipo no estaría ahí",
sentenciaba hace unos meses a esta redacción el exverdiblanco
Washington Tais, representante de la agencia Promoesport Andalucía y persona de confianza del joven futbolista africano.
Paul, aseguran quienes mejor lo conocen, aún
irá a más cuando las gradas del
Benito Villamarín vuelvan a llenarse. No obstante, pese a lo extraña de la situación, el joven marfileño nota el cariño, la confianza y el apoyo del beticismo. "Lo percibe, no mucho porque no le gusta mucho salir en los medios y sólo piensa en hacer su trabajo. Quizás no está enterado al cien por cien del cariño que le tiene la gente; pero sí lo nota, porque al
Betis Deportivo iba a verlo mucha gente y ya se notaba que era un jugador que destacaba y era apoyado".
"Es
un jugador muy 'querible', porque siempre lo da todo, se entrega al cien por cien,
el trabajo y el sacrificio nunca los negocia... La afición se da cuenta de eso.
Es difícil que la gente no quiera a un jugador así", continuaba en la charla con ED un Tais que hace las veces de mentor y comparte su experiencia en el fútbol de elite y en la siempre peculiar capital de Andalucía.
Conociendo a Paul Akouokou