Víctor
Camarasa luce una sonrisa más amplia cada día que pasa. La lógica tristeza causada por la
grave lesión de ligamentos en su rodilla derecha que se produjo durante un entrenamiento con el Betis en el pasado mes de
agosto, le duró poco. Los dolores han persistido un poco más, pero la positiva actitud del valenciano, su
constancia y prudencia en el tratamiento de rehabilitación que lleva a cabo y el
buen ritmo con el que avanza la recuperación hacen ser muy
optimistas tanto al club verdiblanco como al propio futbolista.
Camarasa ha hecho partícipe de su recuperación al beticismo, al que mantiene
informado día a día de sus avances desde que pasó por el quirófano de la
clínica Cemtro, pasando por el inicio de la fisioterapia en su
casa unas semanas después de la intervención, por el feliz momento de
despedirse de las muletas para ir comenzando a hacer piscina y ejercicios para recuperar movilidad y, sobre todo, por su ansiado regreso al día a día en la
Ciudad Deportiva Luis del Sol, sintiendo por fin de cerca el
calor de sus compañeros.
En este sentido, tanto el centrocampista de Meliana como el club han compartido en redes sociales
dos imágenes muy esperanzadoras. En una, bajo el lema de
"¡Seguimos!", Camarasa posó realizando
bicicleta estática en el gimnasio de Los Bermejales. En la otra, se le ve
pisando por fin el césped, caminando y ejercitándose bajo la atenta supervisión de un recuperador de la entidad heliopolitana.
Club, médicos, jugador y cuerpo técnico están de acuerdo en que
no hay que correr riesgo alguno, ya que la gravedad de la lesión obliga a ser
cautos y a priorizar el total restablecimiento antes incluso que el factor tiempo. El plazo estimado del que se habló cuando Camarasa fue operado de su rodilla hablaba de
seis o siete meses de convalecencia.
Es decir, se iría a
marzo. A día de hoy, si todo sigue como hasta ahora, el futbolista bético va
camino de reducir ese pronóstico, pero aún le queda más de la mitad de la fase de recuperación y este camino conviene recorrerlo con pasitos cortos y seguros.