Una de las cosas buenas que tiene esta
crisis económica es que los clubes, por
obligación, están mirando más a su
cantera para satisfacer las necesidades del primer equipo. Antonio
Cordón ya anunció el martes en los medios oficiales del club verdiblanco que la situación no invitaba a hacer
apuestas cuantiosas por jóvenes de fuera, por lo que se miraría antes al
filial y el juvenil. Y lo está cumpliendo, con la connivencia de Manuel
Pellegrini. De esta forma, aunque se haya cedido a
Rober (a Las Palmas) y
Edgar (Oviedo), amén de traspasar a
Narváez, Aitor
Ruibal se quedará en la primera plantilla y será ese extremo polivalente (también puede ejercer de referencia o segunda punta, su puesto natural) que demandaba el chileno. Ahora, le toca a
Paul Akouokou.
El Betis acaba de anunciar este jueves la
renovación hasta 2024 (tenía contrato por dos campañas más solamente) y la
promoción del costamarfileño, que no ocupa plaza extracomunitaria por el Tratado de Cotonú. Un premio a las buenas actuaciones del pivote y central con el filial, pero también esta pretemporada. Apuesta de
José Juan Romero, que se deshizo en elogios hacia él ayer en Radio Marca, el gerenense fue puliendo a un jugador impetuoso, fuerte y
potente que, ahora, saca el balón jugado con
criterio y lee mejor las jugadas.
El hueco de Paul en el Betis Deportivo lo ocupará Abdoul
Bandaogo, que el miércoles
firmó su contrato (según ha trascendido, por dos temporadas). De 1,87 y 22 años, llega para comenzar a las órdenes de Manel
Ruano, aunque se le ha prometido que Pellegrini estará muy
pendiente de él, pues este mediocentro defensivo, de características similares a Akouokou aunque menos formado en el plano técnico, tiene edad para alternar entre Primera y la Categoría de Bronce. El
acuerdo con la Balona es
total y la operación está sólo a falta de
oficialidad.