Las palabras sonaron a ultimátum y todo lo que no sea ganar en la siempre difícil plaza de
San Mamés aventura ese final.
Rubi se jugará mañana el puesto en
Bilbao. No es la primera vez en la presente temporada, pero ni siquiera en las anteriores lo habían 'transmitido' tan claro desde el club. En esa situación nunca es fácil lidiar y aunque supo salvar las ocasiones precedentesy se sigue escudando en su trabajo del día a día, nadie quita que el partido de mañana va a ser muy especial.
"Afronto el partido como tres puntos importantes, que hay que ganar. El equipo necesita victorias y vamos a viajar para intentar ganar en el campo del
Athletic Club, pero nada más. De verdad que nos centramos en el trabajo diario, seguimos trabajando en el trabajo diario, hablamos a solas y con el colectivo. Los rumores no afectan para nada en el día a día. Estamos convencidos que no lo estamos haciendo todo mal, por lo menos en las últimas referencias. Y lo único que podemos hacer es hablar en el campo. Todo lo que hablemos fuera no nos van a ayudar en el partido. No hay dudas de que la temporada, lo he dicho siempre, ha sido muy irregular", aseguraba un Rubi que reconocía -ya lo ha hecho otras veces- que trabajar así es complicado.
"No es fácil trabajar asi. El hecho de que salgan entrenadores o se diga que el entrenador no va a seguir la próxima temporada ya es algo que me ha pasado, es inocuo para mí. Nosotros estamos trabajando a muerte, y los jugadores también, para sacar tres puntos y la situación adelante. Me he centrado muchísimo en los entrenamientos y en todas las situaciones para mejorar al equipo. Daría todo lo que pudiera. Me gustaría que el
Betis acabase como un tiro esta temporada. Daría y haría lo que pudiera, menos la salud. Quiero que el Betis acabe bien la temporada y que los futbolistas se vayan de vacaciones con una base de juego, trabajo y automatismos que les hagan ser todavía mejores", aseguraba el entrenador catalán, que sigue insistiendo en que no está todo tan mal como parece: "Queremos que nos vayan bien las cosas y se cree en el trabajo que se está haciendo, sabiendo que los resultados no están llegando. Obviamente no estamos contentos con cómo está yendo la temporada, no creo que el equipo esté tan mal".
Pese a todo lo acontecido desde el empate ante el
Granada, rubi asegura que, desde dentro del club, se siente "respaldado" en el "día a día". "Todo el mundo dentro del club está empujando para que lleguen las victorias, afirmó antes de asegurar que sus cláusulas y la situación económica actual no serán un impedimento a la hora de tomar cualquier decisión. "Soy un entrenador con un salario normal, normalísimo. Es cierto que nos ganamos bien la vida pero tampoco es que sea un problema el tema cláusulas. Tenemos unas condiciones normales", comentó.
Por último, ya más centrado en el partido y en lo que queda, pidió tranuilidad a la afición. "Es imposible que el Real #Betis pierda la categoría. Estamos a 9 puntos y tenemos algunos 'goalaverages' ganados. Soy consciente de que no hay partido fácil, pero no estoy para nada preocupado con eso", afirmó y aviso que algún día tendrán que ganar en San Mamés... "Lo que nos ha falta fuera de casa claramente es la pegada. Aunque también es cierto que a nivel defensivo, tanto en casa como fuera, no estamos estado al nivel que deberíamos", admitió.