El regreso de LaLiga tras el parón había deparado grandes ilusiones en el Betis. Todas las declaraciones que emanaban de Heliópolis iban destinadas a reafirmar la creencia de que alcanzar
el objetivo de estar el próximo curso en la Europa League es posible. Pero las cosas no han ido como se esperaba. A la pobre imagen en el derbi le siguió
un nuevo mazazo en forma de empate 'in extremis' ante el Granada y la figura de
Rubi vuelve a estar más en el alambre que nunca tras sumar un punto de seis posibles, por lo que
se la jugará este próximo sábado en San Mamés ante el Athletic.Ya está decidido que no seguirá en la 20/21
y los motivos que le mantienen en su cargo su puramente económicos. Pero cuando se reunió tras el partido ante el Granada con Haro y Catalán, Rubi quiso hacerles ver que
aún es posible remontar el vuelo y que confía ciegamente en su trabajo y en sus jugadores. Y su experiencia, al menos, le da la razón.
No en vano, Rubi puede argumentar que la pasada campaña, al frente del Espanyol,
presentaba a estas alturas de LaLiga los mismos números que registra su Betis...
y logró meter a los pericos en Europa.
Después de 29 jornadas disputadas,
el Betis de Rubi suma 34 puntos, los mismos que el Espanyol hace un año. Entonces, los blanquiazules eran decimocuartos, mientras que el conjunto verdiblanco es momentáneamente decimotercero, pero podría ser adelantado esta jornada por Valladolid y Alavés. Y la diferencia con Europa, pes también es similar.
El Espanyol estaba a 9 puntos de la séptima plaza y el Betis está a 10 (que serían 12 si el Valencia le gana al Real Madrid).
Entonces,
Rubi fue capaz de sumar 19 puntos de 27 posibles en las nueve últimas jornadas. Una espectacular remontada que le llevó a obtener una plaza europea en el último suspiro e hizo que el Betis apostase fuerte por él en verano. Y a esa experiencia es a la que se aferra Rubi para querer mantener en su puesto.
El calendario, un aliado
Además, el catalán argumenta ante los dirigentes que el calendario es más favorable que el de sus rivales. Y no le falta razón, pues aparte de visitar a
l Atlético de Madrid en la antepenúltima jornada, el Betis se la jugará ante cuatro rivales directos como
Athletic, Levante y Osasuna, todos ellos fuera, y Villarreal, en casa, y se medirá además hasta a cuatro equipos que marchan por detrás en la tabla:
Espanyol, Celta, Alavés y Valladolid. Puede que Rubi no haya dicho su última palabra...