Hace 15 años que Oliveira se volvió a mirar... la Champions

Hace 15 años que Oliveira se volvió a mirar... la Champions
Assunçao celebra uno de los goles más importantes de la historia del Betis. - M. H.
Óscar MurilloÓscar Murillo 3 min lectura
"Yo simplemente me volvía para ver el gol de Marcos. El mejor (lanzador de faltas) que he visto, sin duda", comentaba hace unos días Ricardo Oliveira sobre un gol que hoy viernes cumple 15 años. Lo hacía contestando a un vídeo del Betis en el que se conmemoraba el famoso tanto de Assunçao en Mallorca (que también festejó el interesado) que, a la postre, significó la cuarta plaza del Betis en la temporada 2004/2005 y la clasificación para la previa de la Champions League por primera vez en su historia. Pocas semanas después, llegaría el éxtasis en el Vicente Calderón, con la conquista de la Copa del Rey, y el pase a la Fase de Grupos de la máxima competición europea de clubes, superando al Mónaco en una ronda en la que brillaron Edu y el propio Oliveira.

Muchos recuerdos se agolpan en la memoria del beticismo, si bien éste, seguramente el preludio del broche a la mejor temporada casi de su centenaria trayectoria, va camino de la mayoría de edad a pasos agigantados. Con Lorenzo Serra Ferrer fuera de la entidad ahora, a la que volvió para una tercera etapa en los despachos tan exitosa como las dos anteriores (con ascenso a Primera y ese título, más el pase a la UCL), regresa a la retina la fenomenal ejecución del mediocentro brasileño al poco de la reanudación en Palma. No por ser especialista desaparece del imaginario verdiblanco ese golpeo soberbio, aquella 'folha seca' que supuso el 0-1 y el mantenimiento de la gloria amarrada previamente en una recta final de Liga de casi sobresaliente, victoria en el derbi (1-0) incluida.

El Sevilla, que necesitaba ganar y esperar un resbalón bético, ni siquiera pudo aprovechar el 1-1 de Pereyra en las postrimerías, después de un susto de Farinós, que disparó al larguero poco después del golazo de Assunçao. Otro paulista, Fernando Baiano, hacía de las suyas en el Sánchez-Pizjuán, ajusticiando a los de Joaquín Caparrós, haciendo bueno el tanto de Duda a falta de un cuarto de hora. Paradójicamente, aquel cisma en Nervión generaría el mayor punto de inflexión en blanquirrojo. Pero ésa es ya otra historia.