Borja Iglesias es de los tipos que creen en los milagros. Él ya ha vivido uno. El pasado año, con el Espanyol. A falta de cinco jornadas para el final, el equipo albiazul se encontraba a nueve puntos del séptimo, un Athletic que perdió su plaza en el último suspiro tras perder ante el Sevilla.
La distancia parecía insalvable. Los pericos acababan de empatar con el Celta, y el calendario les deparaba nada menos que a Betis, un rival directo en la pelea, Atlético de Madrid, Leganés y Real Sociedad, como recuerda en una charla con el comentarista y exjugador Alberto Edjogo-Owono en su canal de Youtube.
"Ese día el míster nos dijo: 'Nos vamos a meter en Europa. Pensaréis que estoy loco, ¿verdad? Pero, vamos a ganarle al Atlético de Madrid, al Leganés aquí en casa y a la Real, y el Athletic va a perder contra el Sevilla'. Y nosotros diciendo, bueno... -con tono de incredulidad-. Pero, pasaban las jornadas y estábamos cada vez más cerca, a seis, a tres. Y el míster decía: "Si nos ponemos a tres, dependemos de nosotros. Si ganamos, vamos a Europa". Pero, en realidad teníamos que esperar a que el Athletic perdiera. Nosotros íbamos como locos. Faltaban tres jornadas y nos veíamos dentro. Viene el Atlético y le metes 3-0. Había un subidón tremendo. Y lo conseguimos".
El Espanyol se metió en Europa en la última jornada. Lo que parecía un milagro se hizo realidad
gracias a Rubi, un técnico en el que Borja Iglesias confía ciegamente. "
Cuida mucho los detalles, tiene todo muy bien organizado. Al principio puede llegar a avasallarte con ese orden, pero al final consigue que la dinámica del grupo sea buena, que todo fluya. Yo he aprendido a entender las cosas antes de hacerlas. Me ha ayudado mucho. Es súper ambicioso, es una de las cosas que más me han gustado de él, va un paso más allá, te exprime al máximo. Yo llevo más de un año y medio con él y alguna vez hemos podido tener alguna discusión porque yo no veía las cosas igual que él, pero él logra hacerte entender que lo que está haciedo
son mecanismo para seguir creciendo. Es un entrenador súper capacitado".
Justo después de lograr la clasificación para Europa con el Espanyol, Borja ficha por el Betis. No fue una decisión fácil, ni entendida por todos. "Lo tenía muy claro. Antes, el club y yo habíamos hablado de la posibilidad de que se diese una circunstancia ventajosa para todos. El Betis empieza a negociar, a mí obviamente la idea me gusta, me gusta el Betis, me gusta la idea de poder jugar con el míster otra vez, son muchas cosas. A nivel contractual, paso a otro escalón. A nivel de ambición,
el Betis puede estar entre los cinco mejores de España por masa social, por club, por plantilla. Para mí es uno de los 5 mejores de España. A veces la gente no lo entiende, el Betis es otra dimensión,
está muy cerquita de dar ese salto y de competir en Europa, y competir continuamente ahí. Falta que suceda una vez. Con que suceda una vez, y que salga bien, es un equipo que para quitarlo de ahí va a hacer falta mucho".
En cuanto a su primer año en el Betis, el delantero admite que no está siendo como esperaba, pero pese a ello se muestra satisfecho. "Todo necesita una adaptación. A nivel técnico, tenemos mucho nivel, de medio campo hacia adelante hay mucha calidad, pero es que tenemos cuatro centrales que pueden jugar en cualquier equipo de LaLiga, tenemos un porterazo. Yo siempre he jugado a espacio y ahora me estoy adaptando a otra cosa. Igual estoy participando más para que ellos se puedan beneficiar. Pero,
ves la plantilla y yo tengo la sensación de que en cualquier momento me voy a hinchar. Cómo no voy a confiar si los veo entrenar y sé la calidad que tienen".
En este sentido, el gallego cree que ese
deseado punto de inflexión, no sólo personal sino del equipo también,
está a punto de producirse. "Creo que estamos muy cerca de poner todo a favor del equipo. Es un proceso que tiene su camino. Los días que hemos estado a ese nivel, hemos ganado al Real Madrid, a la Real. También hemos tenido momentos en los que no nos salía nada, pero estamos en ese punto en el que estamos a punto de encontrar el camino".
Sin embargo, el parón de la competición por culpa de la pandemia del coronavirus truncó lo que para el ex del Espanyol podría haber sido
el inicio de la escalada. "Nuestra sensación no era la de estar haciendo malos partidos, pero sí que es verdad que en ciertos momentos se nos estaban yendo los encuentros por diferentes motivos. Es verdad que estábamos en un momento combulso, pero veíamos que hacíamos cosas bien, y que no era una racha como al inicio. La verdad, llevábamos un mes buscando una victoria como la del Real Madrid, pero nunca se sabe, porque viene el derbi...
Si hubiésemos ganado, quién sabe cómo hubiese podido ser el resto de la temporada. Nos queda la sensación de 'qué pena', pero
nos motiva mucho estar pensando que a la vuelta vamos a tener ese partido. Yo creo que todos en casa tenemos en mente ese partido cada vez que sale a entrenar".
Entretanto se reanuda la competición, el jugador permanece, como el resto de sus compañeros, ejercitándose en su domicilio, donde admite que "echa de menos el día a día". "Antes no le daba tanto valor", reconoce.