Con la friolera de
38 años y 216 días,
Joaquín Sánchez no sólo continúa en activo sino que es titular indiscutible y uno de los mejores jugadores -si es que no es el mejor- del Betis de Rubi. Y ahí es donde nace el
clásico debate entre pesimistas y optimistas. Que un futbolista que roza las 39 'primaveras' tenga tantísima relevancia en el juego y los resultados de su equipo, ¿
habla bien de ese jugador eterno por el que no pasan los años
o habla mal del club, que no ha sido capaz de buscar un líder que no esté en la recta final de su carrera? Opiniones hay de todo tipo, pero lo más importante es que tanto unos como otros coinciden en que lo del portuense es para romperse las manos aplaudiéndole.
Por eso, cuando Rubi decidió retirar del campo al '17' en el minuto 78 para dar entrada a Tello, el Benito Villamarín
aplazó su indignación por el 3-3 que reflejaba el marcador ante el peor visitante de LaLiga, el Mallorca, para dedicarle una
cerrada ovación. Joaquín se encontraba en la banda opuesta a los banquillos y, al salir por ahí, tuvo que dar media vuelta al estadio. En su camino, pese a su evidente gesto de
decepción por el resultado, los hinchas locales se iban poniendo
en pie para rendir tributo a su capitán, que acababa de hacer historia por enésima vez en su dilatada carrera profesional.
El primer hito lo consiguió nada más pisar el césped heliopolitano, ya que salir en el once inicial de Rubi le permitió jugar su
partido número 542 en Primera división, igualando así a
Paco Buyo y quedándose a sólo un encuentro de alcanzar los 543 de
Eusebio Sacristán, que completa ahora mismo el podio de jugadores con más choques en LaLiga por detrás de los 550 de un
Raúl González al que Joaquín también tiene a tiro y de los 622 de Andoni
Zubizarreta.
Además, el portuense quiso celebrar esta efeméride con un gol muy especial. En una gran acción individual, puso el momentáneo 3-2 con el que es su
diana número 50 en la máxima categoría nacional con la camiseta de las trece barras. Así, con esta redonda cifra anotadora se consolida como el quinto máximo anotador de la historia del Betis, muy cerca del cuarto,
Ansola (54), y algo más lejos del podio que forman
Alfonso Pérez Muñoz (69),
Rubén Castro (77) y
Poli Rincón (78).
Todo ello, gracias a una espectacular temporada que le tiene como
sorprendente 'pichichi' de su equipo con ocho goles, los mismos que Loren Morón y uno más de los siete de Nabil Fekir, que también mojó ante los baleares. Tanto el punta marbellí como el propio Joaquín sumaron dos tantos más en Copa del Rey, por lo que el capitán verdiblanco ha alcanzado las
10 dianas en una misma temporada por segunda vez en toda su carrera deportiva; después de llegar a
12 en la 02/03, cuando sólo tenía 21 años.
Su
golazo al Mallorca no sirvió para darle los tres puntos a un Betis que cada partido se aleja aún más de su casi utópico sueño europeo, pero sí sirvió para sumar una unidad. Con ella, como recuerda la cuenta especializada de @LaLigaenDirecto, ya
ha dado 40 puntos a su equipo en lo que va de
siglo XXI y sólo Rubén Castro, que generó 70 él solo, le supera en ese aspecto.
Joaquín es
historia viva del Betis, pero también de
LaLiga. Como destacaban varios perfiles estadísticos, el viernes se convirtió en el sexto
jugador más longevo en anotar un gol en Primera división y en el más veterano en ver portería en este siglo, superando en 29 días a Aritz Aduriz (38 años y 186 días). Además, aunque a lo largo de su trayectoria se ha caracterizado más por sus regates y asistencias que por su puntería, en los 542 partidos ligueros que ha jugado con Betis, Valencia y Málaga ha sido capaz de anotar
74 dianas, que le abren una histórica puerta que sólo han pasado
150 futbolistas desde la creación del campeonato español.
Y luego no quieren algunos que el club abra las puertas del estadio y celebre como una
cuestión de estado su renovación. Joaquín está demostrando que, si juega, es porque
se lo merece sobradamente. Si con casi 39 años es mucho más determinante que un jugador de 20, el Betis no puede hacer otra cosa que darle su sitio y, más allá del debate, disfrutar del estado de
lucidez de uno los mejores jugadores que han pisado alguna vez el
Benito Villamarín.