Es poco habitual en el mundo del fútbol encontrar a profesionales del balón que les guste el mundo de la filosofía, la reflexión o todo lo que tenga que ver con la mente. En un entorno marcado por la inmediatez, por los resultados o por la necesidad de éxito a toda cosa, personajes como
Jon Pascua son 'rara avis'. Y el preparador de porteros vasco, uno de los miembros del cuerpo técnico de
Quique Setién, sin lugar a dudas lo es. Activo en las redes sociales, donde se puede comprobar su pasión por la lectura -comparte ciento de extractos de los libros que caen en sus manos con la intención de hacer reflexionar a sus seguidores-,
Pascua se ganó el cariño de muchos aficionados béticos durante su etapa en Heliópolis, a donde llegó tras una exótica experiencia en el fútbol asiático, donde trabajó como preparador de porteros de la
selección nacional de Filipinas.
Todo un trotamundos -también trabajó durante cinco largos años en Sudáfrica-, este vasco nacido en Bermeo, trabaja ahora en el
F.C. Barcelona junto al técnico cántabro, y regresa a la que fue su casa durante "dos maravillosos años", como él mismo ha reconocido en su perfil de Twitter. En su camino hacia la felicidad, Sevilla supuso una de las paradas más importantes para este preparador de porteros, que dejó huella en su paso por Heliópolis.
“Vuelta al que fue nuestro hogar durante dos maravillosos años de fútbol, de sentimiento vivido y de pasión compartida. ÍTACA nos vuelve a cruzar de nuevo en el camino. El fútbol no es el fin, el fútbol es el medio”, ha escrito Pascua en sus redes sociales, acompañado de varias fotos con aficionados verdiblancos.