Risto Vidakovic disfruta estos días de unas merecidas vacaciones después de haber conquistado su
tercera liga en
Filipinas en las tres temporadas en las que ha adiestrado al
Ceres-Negros, club al que también ha puesto en órbita dentro del fútbol del continente asiático.
Desde
Madrid, el que fuera central del
Betis y técnico del segundo equipo verdiblanco, atiende la llamada de
ESTADIO. En los próximos días visitará en
Sevilla, previo paso por Marbella, a los muchos amigos que tiene en la capital de Andalucía, entre ellos varios excompañeros como
Alexis, Merino o Cañas que a día de hoy están en
la entidad de La Palmera. "Hace unos años que decidí mudarme a
Madrid porque mi hijo empezaba la universidad, pero siempre que puedo bajo al sur", cuenta el entrenador balcánico.
Tras ganarlo todo en Filipinas,
Vidakovic espera poder regresar al
Viejo Continente. "No sé si volveré. Allí tendré siempre las puertas abiertas, pero tras estos tres años en los que hemos ganado la liga
espero poder estar más cerca de mi casa. Nos ha ido muy bien en el Ceres-Negros, no sólo en el campeonato local. A nivel internacional también lo hemos puesto en órbita, que es mucho para un país en el que el fútbol no es lo principal y las potencias son
Malasia, Indonesia, Tailandia... Obviamente no quieren que me vaya porque el club ha crecido mucho estos años, pero yo necesito un reto más grande. En el fútbol filipino hemos llegado al máximo", expone el de Sekovici.
A
Vidakovic le gustaría entrenar en
España, aunque reconoce que
"está difícil" o en Europa. En su serbia natal "tampoco es fácil porque vive una crisis". "Está complicado, pero nunca se sabe", resume. "Echo mucho de menos España, sobre todo la
comida", indica.
Allá donde esté,
Vidakovic sigue el fútbol español. "Claro.
Sigo a mis equipos, aunque a veces es difícil por los horarios. Allí podía ver los que son más temprano, como mucho hasta el que es a las cuatro de la tarde, luego ya es imposible", cuenta un Vidakovic que explica cómo ve al
Betis y a
Rubi. "
Está siendo difícil porque hubo un cambio de entrenador y jugadores nuevos y
eso necesita tiempo. Luego ha tenido lesiones en jugadores que son clave y al final el fútbol sabemos cómo es. Sin resultados es complicado mantenerse y cuando no llegan pues la afición aprieta y los directivos tienen que tomar decisiones. Las victorias siempre dan alivio", concluye un
Vidakovic que espera volver a ver al Betis arriba en la clasificación.