En el seno de la entidad, la confianza en
Rubi es, de momento, inquebrantable. Los directivos verdiblancos achacan a la mala suerte la racha de resultados del conjunto verdiblanco, que sólo ha ganado un partido de los últimos cuatro y dos en total en lo que va de campeonato. Con nueve puntos en su casillero, tras haber ganado a
Leganés y
Levante, empatado con
Getafe, Osasuna y Eibar, y perdido contra
Valladolid, Barcelona y Villarreal, los de Rubi se encuentran en tierra de nadie y bastante lejos del objetivo, Europa.
La figura del catalán no está cuestionada, pero lo cierto es que sus números son cuanto menos desalentadores para un equipo confeccionado para pelear por la zona noble de la tabla. De hecho, de momento, el de
Vilasar de Mar sólo mejora el arranque de
Gustavo Poyet, que a estas alturas del campeonato apenas llevaba ocho puntos en su casillero y fue destituido en la jornada 11. El uruguayo había ganado a
Valencia (2-3) y
Málaga (1-0) y empatado con
Depor (0-0) y
Granada (2-2), además de perder ante el
Barcelona (6-2),
Sevilla (1-0),
Real Sociedad (1-0) y
Real Madrid (1-6).
Once puntos, tres más que ahora, tenía el
Betis de
Pepe Mel en la 15/16 después de haber ganado a
Real Sociedad (1-0),
Sporting (1-2) y
Rayo (0-2), empatado contra
Villarreal 1-1) y
Valencia (0-0) y perdido con
Real Madrid (5-0),
Depor (1-2) y
Espanyol (1-3).
Mucho mejor le iba al
Betis en los dos años con Setién tras las ocho primeras fechas. En su primer curso, la 17/18, el
Betis sumaba 13 puntos a razón de cuatro victorias (
Levante, Real Madrid, Depor y Celta) y un empate (
Real Sociedad). Una unidad menos alcanzó el curso pasado el cuadro adiestrado por el cántabro, que además de ganar el derbi en el
Villamarín (1-0), e imponerse a
Girona (0-1) y
Leganés (1-0), empató con
Alavés (0-0),
Valencia (0-0) y
Athletic (2-2) y perdió ante el
Levante (0-3) y el
Atlético de Madrid (1-0).