Gerardo Martino, actual seleccionador mexicano, ha criticado la presencia de foráneos en la Liga mexicana. El
'Tata' aseguraba que el máximo de nueve jugadores permitido sobre el campo frenaba la progresión de muchas de las
promesas mexicanas de cara al futuro, una situación de la que se ha debatido mucho en las ligas más potentes de Europa, sin que se haya podido demostrar que esa masiva presencia de extranjeros redujera el potencial de selecciones como la española, inglesa, alemana...
"Tampoco estoy para revolucionar el futbol de
México, pero me parece excesiva la cantidad de extranjeros, lo que conspira para la aparición de jóvenes. Eso lo tienen que analizar los que deben hacerlo, si hay alguna incidencia negativa tendrán que resolverlo. Cuando hay jóvenes con condiciones, los entrenadores los ponemos, los que están con la
sub 23 habitualmente juegan, está claro que si a eso les sumamos el reducir
la cantidad de extranjeros, mejorará aún más, y el técnico que asuma un club sabrá que con menos foráneos están más obligados a poner nacionales, un beneficio para la selección y para el futbol mexicano", aseguró
Gerardo Martino al respecto.
Una opinión sobre la que quiso extenderse aunque de forma contradictoria y saliéndose ya de la
Liga MX. Y lo hizo refieriéndose a un jugador del
Betis que apenas está teniendo protagonismo en este inicio de temporada:
Diego Lainez. El mexicano apenas suma 43 minutos en los tres partidos ligueros en los que ha participado -ante
Barcelona,
Levante y
Villarreal- y nunca ha sido titular con Rubi, una situación que no parece gustarle nada al técnico argentino.
"
Hoy está en un plan secundario en el Betis. A lo mejor nos estamos perdiendo un futbolista que si fuera titular en América, como era hasta que se fue, sería un jugador que estaría mucho más tiempo en la selección", indicaba
Martino.
Unas palabras que contrastan con las de su capitán,
Andrés Guardado,
quien alababa ayer la progresión y el apredizaje que está teniendo Lainez en el Betis, donde ha aprendido conceptos tácticos que no tenía cuando llegó.
Antonio José Medina3 min lectura