El Valladolid sólo ha sido capaz de celebrar cuatro victorias (y 11 empates) en sus 29 visitas al estadio del Betis en partidos de Primera división. Dicho así, a secas, habría motivos de sobra para pensar que es un rival sencillo y que los de Rubi no deberían tener problemas en dejar los tres puntos en casa en el arranque liguero.
No obstante, este dato global esconde una variable muy a tener en cuenta y que demuestra que el conjunto pucelano se ha convertido recientemente en un huesped incómodo en Heliópolis. No en vano, de las últimas cinco visitas, ha sido capaz de puntuar en cuatro y sólo se fue de vacío en el 4-3 de la penúltima jornada de la 13/14, un choque del todo instrascendente con ambos equipos descendidos. En las tres anteriores se registraron empates: 1-1 en la 07/08 (goles de Mark González y Víctor), mismo tanteo en la última jornada de la 08/09 (tantos de Oliveira y de Aguirre), que también acabó con descenso verdiblanco, y 0-0 en la 12/13.
La pasada campaña, tras cinco cursos sin coincidir, el Valladolid se hizo con el triunfo por 0-1, gracias a un solitario tanto del herrereño Antoñito. De este modo, puso fin a una racha de casi 20 años sin ganar en el feudo de La Palmera; donde los blanquivioletas no se imponían desde 1999 con un tanto de Caminero. Entre medias, en Segunda, el Betis venció 4-0 en la 14/15, con tres dianas de Rubén Castro y una de Jorge Molina.