El Betis visita hoy una ciudad que en los últimos años le ha recibido de manera amable, pero que durante casi cuatro décadas permaneció maldita. Y eso que la historia empezó muy bien. El cuadro verdiblanco visitó por primera vez Valladolid, en un partido de Primera división, en la temporada 1959/1960 y regresó con una victoria por la mínima gracias al solitario gol de Janos Kuszmann (0-1).
A partir de ahí, comenzó un calvario que duró 36 años y en el que sufrió 12 derrotas (con sólo dos empates en medio). A finales de la 1994/1995, los goles de Ángel Cuéllar y Juanjo Cañas pusieron fin a la maldición en tierras pucelanas y, desde entonces, ha ganado en ocho de sus 13 últimos partidos en el estadio José Zorrilla, racha en la que firmó tablas tres veces y en la que sólo ha perdido en dos.
Es más, en las cinco últimas visitas, sólo ha encajado un gol: empató a cero en la 03/04 y en la 07/08; se impuso por 1-3 (doblete de Sergio García y tanto de Xisco) en la 08/09; venció por la mínima en la 12/13 (marcó Rubén Castro) y volvió a firmar un 0-0 en la 13/14. Y es que han tenido que pasar cinco años para que blanquivioletas y heliopolitanos, que se han alternado en sus últimos descensos a Segunda, vuelvan a verse las caras en una ciudad que ya no resulta tan hostil.