Un duelo con antecedentes dramáticos

Un duelo con antecedentes dramáticos
El Betis y el Valladolid vuelven a verse en Primera después de cuatro años. - I. M.
Isabel MoralesIsabel Morales5 min lectura
A priori, un Betis-Valladolid podría parecer un choque poco interesante. Pero, tras el parón, verdiblancos y pucelanos arrancarán con fuerza. Ambos se han asentado en la zona noble de la clasificación. El Valladolid, un recién ascendido, se ha colocado séptimo de la mano de Sergio González, mientras que el Betis, octavo, ha afianzado su estilo, al que sólo se le echa en falta algo más de efectividad.

Sin embargo, este interesante encuentro que cerrará la jornada del domingo, no siempre ha tenido tanto actractivo. De hecho, sus últimas ediciones en la máxima categoría han tenido más bien tintes dramáticos. La última vez que se vieron las caras, por ejemplo, los verdiblancos ya estaban descendidos, tenían poco que hacer y el Valladolid aún tenía alguna posibilidad de salvación, pero todo pasaba por un triunfo en el Villamarín en la penúltima jornada de la 13/14. Los verdiblancos se impusieron en un trepidante choque por 4 goles a tres, lo que supuso la puntilla definitiva para los vallisoletanos, que acabaron descendiendo a Segunda división.

Pero si dramático fue ese encuentro, sobre todo para los visitantes, no lo fue menos el que midió a ambos en la última jornada de la temporada 2008/2009. Al epílogo de aquella temporada, el Betis llegaba fuera del descenso, en decimosexta posición, con 41 puntos, los mismos que el Getafe, uno más que Sporting (17º) y Osasuna (18º), y lejos de los ya descencidos Numancia y Recreativo de Huelva. A los de Nogués les bastaba con ganar en casa al Valladolid, que llegaba a la cita virtualmente salvado con 42 puntos, y a los que incluso una derrota les valía simpre que no ganaran ni Osasuna ni Sporting.

Indudablemente, fue un partido de muchos nervios, con mejor juego de los béticos, que pudieron dejar sentenciado el choque en los primeros diez minutos, con ocasiones claras de Oliveira, Sergio García y Mark González. Sin embargo, la suerte les fue esquiva.

El Valladolid, que había tenido menos peligrosidad y había jugado casi siempre a remolque, fue el que cobró ventaja en el marcador, ya en el tiempo de prolongación de la primera mitad, por medio de Aguirre, quien culminó un contragolpe de los castellanos para batir de tiro raso a Ricardo.

Los comienzos del segundo tiempo fueron prometedores para el Betis, ya que Ricardo Oliveira no tardó en empatar (48´), e incluso tuvo el brasileño otra opción a los 50 minutos, con balonazo al poste izquierdo de la portería de Sergio Asanjo.
El sueco Goitom, a los 53 minutos, tuvo, solo ante Ricardo, una ocasión clarísima, aunque su balonazo se fue muy por encima del marco bético. Juanito, a los 67 minutos, en pleno acoso de los béticos, y tras un saque de esquina, estuvo cerca de poner el 2-1, al igual que Oliveira ya en el tramo final del partido.

El peor de los panoramas posibles se estaba dando. La temida carambola. Lo que nadie creía que pudiera ocurrir. El Betis era incapaz de ganar su partido, algo que sí hicieron tanto Sporting como Osasuna, que se libraron de la quema in extremis. El empate de Getafe ante el Racing dibujaba un empate a todo entre azulones y verdiblancos, decidido por la diferencia de goles, en contra de los de La Palmera, que acabaron descendiendo a Segunda división.

La cara la vivirían los verdiblancos un año antes, en la 07/08, en el estadio de la Cartuja -por la clausura del estadio tras el botellazo a Armando-. El empate ante los pucelanos les sirvió a los verdiblancos para certificar su permanencia en Primera dos jornas antes del final.